Recuerda que debes morir
Jesús les dijo: «Por tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría que abrieran un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre. ¿Quién es el criado fiel y prudente, a quien el señor encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Bienaventurado ese criado, si el señor, al llegar, lo encuentra portándose así. En verdad os digo que le confiará la administración de todos sus bienes. Pero si dijere aquel mal siervo para sus adentros: “Mi señor tarda en llegar”, y empieza a pegar a sus compañeros, y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera, llegará el amo y lo castigará con rigor y le hará compartir la suerte de los hipócritas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes». (Mt 24, 42-51)
Los políticos (pseudo) católicos
Por fuera parecéis justos, pero por dentro estáis repletos de hipocresía y crueldad. (Mt 23, 28)
Libres de prejuicios y falsedades
Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel (Jn 1, 49)
Inspirados por Dios
Porque eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. (Mt 16, 17)
Imposible poner a prueba a Jesús
Este mandamiento es el principal y primero (Mt 22, 38)
Mantenerse en la Gracia de Dios
Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin el vestido de boda? (Mt 22, 12)
Fuera de lugar
¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno? (Mt 20, 15)
La llamada a la vida consagrada
Los que me habéis seguido. (Mt 19, 28)
Doble baño de humildad
Mujer, qué grande es tu fe. (Mt 15, 28)
Gustar más a Dios que a los hombres
Bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen. (Lc 11, 28)
En deuda con Dios
No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. (Mt 18, 22)
La importancia de pertenecer a la Iglesia
Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. (Mt 18, 20)