Reconocer la identidad divina del Hijo
Pero él se volvió y, mirando a los discípulos, increpó a Pedro: «¡Ponte detrás de mí, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!». (Mc 8, 33)
Los incrédulos serán descartados
Jesús lo mandó a casa diciéndole que no entrase en la aldea. (Mc 8, 26)
Los dones del Espíritu Santo
¿Y cuántas canastas de sobras recogisteis cuando repartí siete entre cuatro mil? (Mc 8, 20)
Jesús espera solo nuestro “sí”
En verdad os digo que no se le dará un signo a esta generación. (Mc 8, 12)
Gracia y Verdad
No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. (Mt 5, 17)
Sacerdotes devotos a la Eucaristía
Tomando los siete panes, dijo la acción de gracias, los partió y los fue dando a sus discípulos para que los sirvieran. Ellos los sirvieron a la gente. (Mc 8, 6)
Corderos en medio de los lobos
Después de esto, designó el Señor otros setenta y dos, y los mandó delante de él. (Lc 10,1)
La fe de Jesús
Anda, vete, que por eso que has dicho, el demonio ha salido de tu hija. (Mc 7, 29)
Purificar nuestro corazón
Lo que sale de dentro del hombre, eso sí hace impuro al hombre. (Mc 7, 20)
El verdadero culto
Invalidando la palabra de Dios con esa tradición que os transmitís. (Mc 7, 13)
El examen de conciencia
Cuando se enteraba la gente dónde estaba Jesús, le llevaba los enfermos en camillas. (Mc 6, 55)
Sin Jesús nada tiene sabor
Vosotros sois la sal de la tierra. (Mt 5, 13)