Animalismo y ecologismo

Un sábado, entró él en casa de uno de los principales fariseos para comer y ellos lo estaban espiando. Había allí, delante de él, un hombre enfermo de hidropesía, y tomando la palabra, dijo a los maestros de la ley y a los fariseos: «¿Es lícito curar los sábados, o no?». Ellos se quedaron callados. Jesús, tocando al enfermo, lo curó y lo despidió. Y a ellos les dijo: «¿A quién de vosotros se le cae al pozo el asno o el buey y no lo saca enseguida en día de sábado?». Y no pudieron replicar a esto. (Lc 14,1-6)

Sin restarle valor a los actos de devoción cumplidos con el corazón, Jesús desea recordarnos que aquello que más cuenta son los mandamientos, cuyo cumplimiento sirve para guiar cotidianamente a cada hombre por el camino de la salvación. Observando sus mandamientos sabremos siempre darle el peso justo a las cosas y, por ejemplo, un hombre tendrá siempre preferencia ante un animal. Adiós al animalismo y al ecologismo dominantes hoy en día.