Nuestro ego insaciable
Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos. (Lc 4, 28)
¿Adorar a las criaturas o al Creador?
Pero el que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed (Jn 4, 14)
Un corazón cerrado al perdón
Padre, dame la parte que me toca de la fortuna. (Lc 15, 12)
Profundizar la Palabra del Señor
Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores. (Mt 21, 41)
El infierno del sin nombre
Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro. (Lc 16, 23)
El encanto del poder humano
Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir. (Mt 20, 28)
¿Devoción o vanagloria?
No hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen. (Mt 23, 3)
El juicio que hace sentirse superior
Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso. (Lc 6, 36)
Dos certezas
De repente se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él. (Mt 17, 3)
El enemigo es antipático
Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen. (Mt 5, 44)
Obediencia no solo formal
Todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado. (Mt 5, 22)
Nos tiene que bastar la Gracia del Señor
Pedid y se os dará. (Mt 7, 7)