Santa Inés
Escribía san Ambrosio (340-397) en De Virginibus hablando de santa Inés: “Su consagración es superior a la edad, su virtud superior a la naturaleza, por lo que su nombre no parece que venga de elección humana, sino que es predicción del martirio, un anuncio de lo que ella debía ser. […] Hay, por tanto, en una sola víctima un doble martirio, de pureza y de religión”


San Sebastián
El primer rastro escrito conocido del antiquísimo culto a san Sebastián lo encontramos en la Depositio martyrum del 336, un calendario que estaba en uso en la Iglesia de Roma con los días de sepultura de los mártires, por el que tenemos, en su caso, la fecha del 20 de enero

San Macario el Grande
Discípulo de san Antonio abad, ha sido uno de los Padres del Desierto que más ha contribuido a la difusión del monaquismo

Santa Margarita de Hungría
La suya fue una familia fuera de lo común. Su tía era la célebre santa Isabel. La beata Yolanda y santa Cunegunda de Polonia eran sus hermanas mayores

San Antonio abad
Muy popular durante su vida terrenal, la fama del santo se convirtió en imperecedera gracias a la Vida de Antonio escrita por san Atanasio, que le conocía bien y podía afirmar: «Hombres como él, aun obrando a escondidas, aun deseando no ser visto, el Señor los muestra a todos como una lámpara»


Santos protomártires franciscanos
San Francisco los había enviado a anunciar Jesús a los musulmanes en España, una gran parte de la cual estaba entonces bajo el dominio del islam, y en Marruecos. Después, cuando le llegó la noticia del glorioso martirio Francisco dijo: «Ahora puedo decir con certeza que tengo cinco verdaderos frailes menores»

San Mauro
Junto a san Plácido, fue el discípulo más célebre de san Benito de Nursia. En su honor surgió la Congregación de San Mauro: sus miembros, llamados «mauristas», se distinguieron por su erudición y dieron una gran contribución a la cultura histórica y filológica, así como al estudio de la patrística. La congregación fue suprimida por los partidarios de la Revolución francesa

San Félix de Nola
En virtud de su vida ejemplar, murió ya en fama de santidad y su tumba fue llamada Ara Veritatis por su eficacia en el triunfo de la verdad contra el falso testimonio

San Hilario de Poitiers
Ha sido llamado el Atanasio de Occidente porque, despreciando las persecuciones, san Hilario de Poitiers (hacia 310-367) consagró toda su vida religiosa a la defensa de Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre, enfrentándose al arrianismo, que negaba la divinidad del Hijo. Fue proclamado Doctor de la Iglesia en 1851 por Pío IX


Bautismo de Jesús
El Bautismo en el Jordán es otra epifanía. La Iglesia, a través de la enseñanza de los Padres, ha visto en este misterio la santificación de las aguas del Jordán y de toda fuente bautismal, que marca el inicio de la actividad pública de Jesús y su aceptación de la misión de Siervo que sufre


San Higinio
Según la tradición se debe a él la institución de la figura del padrino y la madrina en el Bautismo

San Gregorio de Nisa
Con su hermano Basilio Magno y su amigo Gregorio Nacianceno, san Gregorio de Nisa (hacia 335-395) forma parte del grupo de los Padres capadocios, unidos por la procedencia geográfica común y, sobre todo, por el espesor teológico y filosófico
