Visitación de la Santísima Virgen María
San Francisco de Sales alababa así la solicitud de María por Isabel: “Caridad y humildad no son perfectas si no pasan de Dios al prójimo. No es posible amar a Dios, a quien no vemos, si no amamos a los hombres, que vemos. Esto se cumple en la Visitación”.
Santa Juana de Arco
La historia de santa Juana de Arco (1412-1431) muestra de manera excelsa que nada es imposible para Dios, y revela Su modo concreto de obrar en la historia del hombre, a través de los humildes que se abandonan a Su voluntad
Ascensión del Señor
La glorificación de Jesús es el preludio de la glorificación de los miembros de su Cuerpo Místico, la Iglesia, llamada a continuar su misión en la tierra
San Germán de París
Según la hagiografía escrita por su amigo Venancio Fortunato, san Germán de París (496-576) estuvo a punto de no nacer, ya que su madre intentó abortarlo
San Agustín de Canterbury
Era prior del monasterio de San Andrés al Celio, en Roma, cuando el papa Gregorio Magno le confió la misión de evangelizar la antigua Bretaña
San Felipe Neri
"¿No querréis que digan que Felipe es un santo?"; así respondió san Felipe Neri (1515-1595) en una ocasión a quienes le recomendaban que fuera un poco más serio...
San Gregorio VII
La extraordinaria personalidad de san Gregorio VII (c. 1015-1085), a cuyo nombre está vinculada la “Reforma Gregoriana”, emergió en ese período tan turbulento para el cristianismo que fue el siglo XI
María Auxiliadora
La devoción a María Auxiliadora tiene una historia muy rica...
San Juan Bautista de Rossi
Se hizo popular por el muchísimo tiempo que dedicó al sacramento de la confesión
Santa Rita de Casia
Para los fieles, ella es la «Santa de los imposibles», así como un ejemplo admirable en todas las vocaciones encarnadas por ella en su vida: esposa, madre, viuda, esposa de Cristo
Santos mártires mexicanos
Vivieron en el contexto histórico de las persecuciones del siglo XX en México, dirigidas por las élites masónicas, como consecuencia de las cuales ocurrió la revuelta de los “cristeros” (1926-1929).
San Bernardino de Siena
Santo franciscano e incansable predicador, propagó la devoción al Santísimo Nombre de Jesús. Consideraba que esta devoción era necesaria para revivir la fe: «Esta es mi intención, renovar y clarificar el nombre de Jesús, como era en la Iglesia primitiva»