Santos Simón y Judas
La Iglesia recuerda en el mismo día a los santos Judas Tadeo y Simón el Zelote, llamado también el Cananeo. Según diversas fuentes antiguas, sufrieron juntos el martirio en Persia.
San Evaristo
Según el Liber Pontificalis, Evaristo era de nacionalidad griega y su padre era originario de Belén. En el documento se dice también que el santo ordenó a siete diáconos, fue el primero en atribuir los tituli a los presbíteros y sufrió el martirio.
San Ceda
Fundador de iglesias y monasterios, san Ceda (†664) llevó a cabo una obra fundamental en el complejo cuadro histórico y religioso de la Britania del siglo VII
San Gaudencio de Brescia
Su doctrina cristalina y sencilla se difundió por el mundo cristiano, hasta el punto que fue animado para que escribiera.
San Antonio María Claret
Junto a la intercesión de la Virgen y de los otros santos, recordaba siempre pedir la protección angélica. Fundó los Misioneros Hijos del Corazón Inmaculado de María.
San Juan de Capistrano
Fue amigo de san Bernardino de Siena y le apoyó tanto en la devoción al Santísimo Nombre de Jesús como en la reforma de la Observancia franciscana. Es conocido también por su papel en el asedio de Belgrado, en defensa de una cristiandad.
San Juan Pablo II
«El don más grande que mi Corazón Inmaculado ha obtenido del Corazón de Jesús», dijo la Virgen sobre san Juan Pablo II en una de las apariciones de Civitavecchia. Ese mensaje es una síntesis admirable de la vida de Karol Wojtyla.
Santa Laura Montoya
Los rasgos principales de su espiritualidad se encuentran bien expresados en las breves líneas que escribió después de una intensa oración eucarística: «Experimenté un gran deseo de tener tres largas vidas: una para dedicarla a la adoración, otra para vivirla en la humillación y la tercera para las misiones».
Santa María Bertila Boscardin
«Jesús mío, mejor hazme morir mil veces antes de que yo haga una única acción para ser vista», escribió en su diario. Su camino hacia la santidad era una imitación de las virtudes de la Santísima Virgen...
San Pablo de la Cruz
«Es una cosa excelente y santísima pensar en la Pasión del Salvador y meditarla. Este es el medio para llegar a la unión con Dios», enseñaba san Pablo de la Cruz, fundador de los Pasionistas.
San Lucas Evangelista
Le debemos el tercer Evangelio y los Hechos de los Apóstoles, que en el diseño de la Divina Providencia ocupan un lugar que no es casual. Sus reliquias están conservadas en gran parte en Padua, en la basílica abacial de Santa Justina.
San Ignacio de Antioquía
En el viaje de deportación desde Antioquía a Roma, donde fue arrojado a las fieras durante las persecuciones de Trajano, escribió siete cartas. En ellas aparecen por primera vez los términos «cristianismo» e «Iglesia Católica».