San Nicolás de Flüe
Campesino, soldado, ermitaño, místico, salvador y patrono de Suiza. Los suizos lo llaman Bruder Klaus, «hermano Nicolás» y, ciertamente, nadie mejor que ellos conoce en el mundo la influencia que este santo ha tenido en la historia del país helvético

San Juan Nepomuceno
No es raro, cuando se camina sobre los puentes y a lo largo de los ríos de varios países europeos, toparse con una estatua de san Juan Nepomuceno, mártir por la libertad de la Iglesia y patrono de los confesores, una «figura grandiosa» que «es de ejemplo y tiene dones para todos» (Juan Pablo II)


San José
Si, justamente, el antiguo refrán teológico afirma que nunca se dice lo suficiente sobre María, lo mismo se puede decir de su castísimo esposo, puesto que en ningún otro santo, salvo en la propia Madre de Dios, la dimensión del misterio es tan grande como en san José


San Cirilo de Jerusalén
Proclamado Doctor de la Iglesia por León XIII, san Cirilo de Jerusalén (hacia 313-387) participó en la disputa teológica sobre la herejía arriana


San Patricio
Considerado el fundador del cristianismo en Irlanda y celebrado como su patrono principal, san Patricio desarrolló una obra misionera tan grande que representa un antes y un después en la historia del país


San Heriberto de Colonia
Fue un pastor de almas que nunca dejó de pensar en las cosas de Dios y que no perdió la humildad ni siquiera cuando el emperador quiso que fuera su mano derecha en el Sacro Romano Imperio

Santa Luisa de Marillac
Las 15.000 Hijas de la Caridad (dato del 2016) repartidas actualmente por los cinco continentes son la mayor herencia del encuentro entre san Vicente de Paul y santa Luisa de Marillac (1591-1660), que pasó a través de duras pruebas antes de comprender el proyecto que Dios tenía sobre ella

Santa Matilde de Alemania
Modelo de reina cristiana, nació en una familia de ilustre linaje y fue educada en el monasterio de Herford, donde su abuela era abadesa

San Leandro de Sevilla
Hermano mayor de tres santos, entre los cuales el más conocido es Isidoro de Sevilla, san Leandro (c. 534-599) es recordado sobre todo por el papel que tuvo en el abandono del arrianismo y posterior conversión de la casa real visigoda, reinante en esa época en España


San Luis Orione
«Sólo la caridad salvará al mundo», era el programa de vida de san Luis Orione (1872-1940), el fundador de la Pequeña Obra de la Divina Providencia


San Sofronio de Jerusalén
Tuvo el grandísimo mérito de denunciar la herejía monotelita y permaneció con sus fieles durante la invasión islámica de la Ciudad Santa

San Macario de Jerusalén
Se le atribuye un papel importante en la redacción del Símbolo niceno, primer núcleo de nuestro Credo. Era obispo de Jerusalén cuando santa Elena encontró la Cruz de Cristo y, con la ayuda de la gracia, fue decisivo en identificarla
