SANTOS Y GASTRONOMÍA / 9
Inés de Montepulciano, una vida extraordinaria
Desde pequeña, Inés Segni sintió la belleza de la fe y la oración. Tenía grandes dotes místicos y taumatúrgicos. A la edad de 15 años se convirtió en abadesa, con una dispensa papal especial. Ayunó y se mortificó. Unió su grave enfermedad con los sufrimientos de Jesús y, al borde de la muerte, invitó a sus hermanas a regocijarse con ella.
- LA RECETA