Amar a Dios, al prójimo y a nosotros mismos
Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la ley? (Mt 22,36)
¿Miedo a la muerte
Si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. (Lc 13,3)
Una interpretación superficial
¿Cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? (Lc 12,56)
No hay paz sin verdad
¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? No (Lc 12,51)
Cuando la fe en Dios se convierte en un delito
Lo castigará con rigor. (Lc 12,46)
Contra el pecado mortal
Tened ceñida vuestra cintura y encendidas las lámparas. (Lc 12,35)
Los ídolos caen encima
Así es el que atesora para sí y no es rico ante Dios. (Lc 12,21)
Imagen y semejanza
Pues dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. (Mt 22,21)
El cristianismo es misionero
Todo aquel que se declare por mí ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará por él. (Lc 12,8)
La tentación de la desesperación
Temed al que, después de la muerte, tiene poder para arrojar a la gehenna. (Lc 12,5)
¿Hipocresía? ¡No, gracias!
Vosotros no habéis entrado y a los que intentaban entrar se lo habéis impedido. (Lc 11,52)
Hacer la señal de la cruz, inclinarse y arrodillarse
Esto es lo que había que practicar, sin descuidar aquello. (Lc 11,42)