Santa Catalina de Siena
Los estigmas, los éxtasis, los coloquios con Dios, las bilocaciones fueron algunas de las innumerables gracias que recibió santa Catalina de Siena (1347-1380), copatrona de Italia y de Europa
San Luis María Grignion de Montfort
"El conocimiento de Jesucristo y la llegada de su reino al mundo no serán más que la consecuencia necesaria del conocimiento y reinado de la Santísima Virgen, quien lo trajo al mundo la primera vez y lo hará resplandecer la segunda", escribe en el Tratado
Santa Zita
Educada en la piedad cristiana, la joven creció con una regla de vida muy simple: «¿Esto le gusta a Jesús? ¿Esto le disgusta?»
San Pascasio Radberto
Está considerado el mayor teólogo del siglo IX por su tratado sobre la presencia real de Cristo en la Eucaristía, como también por algunas obras sobre María
San Marcos
Escribió el segundo Evangelio por directa petición de los primeros cristianos de Roma, atraídos por las enseñanzas de san Pedro
San Fidel de Sigmaringa
«Si me matan, aceptaré con gozo la muerte por amor de Nuestro Señor. La consideraré una gracia»: esto es lo que les dijo a sus hermanos san Fidel de Sigmaringa (1577-1622), martirizado por los calvinistas después de haber convertido a muchos de ellos a la verdadera fe
San Jorge
Mucho antes de que se difundiera la legendaria imagen de la lucha contra el dragón, que simboliza la fe intrépida que triunfa sobre el mal, san Jorge (c. 275 - c. 303) ya era objeto de un culto extenso y antiquísimo
San Leónidas de Alejandría
El martirio de san Leónidas de Alejandría († 202), padre del filósofo y teólogo Orígenes, tuvo lugar durante las persecuciones ordenadas por el emperador Septimio Severo
San Anselmo de Aosta
Fides quaerens intellectum, «la fe busca el entendimiento», fue el principio que guió a san Anselmo de Aosta o Canterbury (1033-1109). Llamado Doctor Magnificus, ideó un argumento celebérrimo sobre la existencia de Dios
Santa Inés de Montepulciano
En 1374, Nuestro Señor reveló a santa Catalina de Siena que en el Paraíso habría gozado de una gloria igual a la de santa Inés de Montepulciano. Esto nos ayuda a tener una idea de la grandeza de esta mística...
San Expedito
Si san Judas Tadeo y santa Rita de Casia son particularmente invocados para las causas imposibles, de manera similar actúa san Expedito, el más popular de los mártires de Melitene, venerado como el santo de las causas urgentes por antonomasia
San Galdino
Entre los obispos santos de Milán, san Galdino ocupa un lugar preeminente junto a dos gigantes como san Ambrosio y san Carlos Borromeo