San Columbano por Ermes Dovico

San Nicolás de Bari

Es difícil decir si era mayor la fama de santidad de la que ya gozaba en vida o el culto post mortem ligado a los numerosos milagros y ejemplos de caridad narrados en las hagiografías y representados en los iconos, que lo hicieron muy popular en todo el mundo cristiano y especialmente en la Baja Edad Media, cuando también fue mencionado por Dante en la Divina Comedia

Santo del día 06_12_2019 Italiano English

Es difícil decir si era mayor la fama de santidad de la que ya gozaba en vida o el culto post mortem ligado a los numerosos milagros y ejemplos de caridad narrados en las hagiografías y representados en los iconos, que lo hicieron muy popular en todo el mundo cristiano y especialmente en la Baja Edad Media, cuando también fue mencionado por Dante en la Divina Comedia. De san Nicolás (70-343) podemos recordar, en primer lugar, que nació de cristianos ricos en Patara, en Licia, y que según algunas fuentes quedó prematuramente huérfano de ambos padres, heredando un patrimonio sustancial que posteriormente distribuiría a los pobres.

Se trasladó a la cercana Myra (ahora correspondiente a la Demre turca), donde se sitúa el episodio que a menudo le representa con tres esferas de oro, en recuerdo de un gran gesto que combina sabiduría, desprecio por el pecado y amor por los demás. Nicolás se enteró de un noble que había caído en la pobreza y que, desesperado por la imposibilidad de casar a sus tres hijas, les había insinuado la idea de la prostitución. El santo decidió ayudar a esas personas y una noche se fue a su casa. A través de una reja, dejó caer un paño lleno de monedas de oro dentro. Después de enterarse de que el padre había utilizado bien ese dinero, organizando la boda de su hija mayor, Nicolás repitió la obra de caridad por segunda y tercera vez. El noble logró descubrir la identidad de su benefactor, celebrada en los versos de Dante («… la larghezza che fece Niccolò a le pulcelle, per condurre ad onor lor giovinezza»).

A la muerte del obispo de Myra, Nicolás fue elegido como el nuevo líder de la comunidad cristiana. Bajo las persecuciones de Diocleciano fue primero encarcelado y luego exiliado, mientras continuaba exhortando a los cristianos desde la prisión a ser firmes en la fe y a no ofrecer sacrificios a falsos dioses paganos. Fue liberado después de la libertad de culto obtenida por el cristianismo con los edictos de 311 y 313, reanudando su intensa actividad apostólica. Se opuso al arrianismo, que en ese momento era la herejía más difundida. La tradición cuenta que Nicolás participó en el Concilio de Nicea en el año 325 (su nombre no aparece en ciertas listas de padres conciliares, pero está presente en la lista del historiador bizantino Teodoro el Lector, considerado correcto por algunos eruditos), donde supuestamente abofeteó a Arrio, sintiendo que el hereje -cuyas tesis fueron condenadas por el Concilio- blasfemaba continuamente cuestionando la divinidad de Cristo.

A partir de la figura de San Nicolás, venerado entre otras cosas como protector de los niños, el mito de Santa Claus se ha desarrollado con el paso del tiempo y se ha extendido rápidamente después de que los colonos de los Países Bajos llevasen a Nueva York (originalmente llamada Nueva Ámsterdam) el culto al antiguo obispo de Myra, con el nombre holandés de Sinterklaas, que después derivaría en el moderno Papá Noel. El nombre “de Bari”, por otra parte, se debe al traslado de la mayoría de las reliquias a la capital de Apulia en 1087, cuando una expedición logró tomar posesión de cerca de la mitad del esqueleto (los huesos más grandes) hasta entonces conservado en la catedral de Myra, una ciudad que entretanto había caído en manos de los musulmanes. Unos años más tarde, los venecianos encontraron fragmentos de hueso más pequeños, conservados en otra sala de la misma catedral, y que un estudio realizado a finales del siglo XX encontró “complementarios con los huesos conservados en Bari”.

Patrono de: niños, mujeres jóvenes en busca de marido, marineros, pescadores, prostitutas, escolares, víctimas de errores judiciales, Grecia, Rusia, Apulia