San Columbano por Ermes Dovico

San Juan de Kety

Karol Wojtyla fue muy devoto de san Juan de Kety (1390-1473), también conocido como Juan Cancio, un sacerdote y teólogo polaco que enseñó durante mucho tiempo en la universidad y  que el día que recibía su salario daba la mitad a los pobres.

Santo del día 23_12_2020 Italiano English

Karol Wojtyla fue muy devoto de san Juan de Kety (1390-1473), también conocido como Juan Cancio, un sacerdote y teólogo polaco que enseñó durante mucho tiempo en la universidad y  que el día que recibía su salario daba la mitad a los pobres. Había estudiado en la famosa academia de Cracovia, que desde el siglo XIX se llamaba Universidad Jagellónica en honor de los soberanos que la habían refundado, a saber, el lituano Ladislao II de Polonia, progenitor de los Jagellonianos (dinastía que reinó en Lituania y Polonia hasta 1572 y, durante un período más breve, también en Bohemia y Hungría) que se había convertido al catolicismo, y su esposa Eduviges, proclamada santa por Juan Pablo II. Después de graduarse en Filosofía, se hizo sacerdote y fue llamado a Miechow como rector de una escuela dirigida por una orden que seguía la Regla de San Agustín.

A la edad de 39 años regresó a Cracovia porque había quedado libre una cátedra de Filosofía, luego se dedicó durante algún tiempo al cuidado de las almas en la parroquia de Olkusz, donde había sido enviado por la aversión y las falsas acusaciones de sus rivales en la universidad; pero algunos años más tarde fue llamado de nuevo y sus responsabilidades aumentaron porque se le confió la dirección del departamento de Teología. Fue el período en que la fe en Polonia fue sacudida por los taboritas, el ala extrema del movimiento herético de los husitas (de origen bohemio): Juan defendió la ortodoxia en las aulas universitarias, soportando pacientemente ofensas y provocaciones que a veces degeneraban en enfrentamientos físicos. "Combate todos los errores, pero hazlo con buen humor, paciencia, amabilidad y amor", decía el santo, que también dedicó buena parte de su tiempo libre a la difusión de la recta doctrina, copiando las Sagradas Escrituras y diversos tratados teológicos.

En Cracovia su generosidad era conocida. Sentía una debilidad especial hacia los estudiantes necesitados, a los que sostenía tanto material como espiritualmente. Para ayudar a las familias pobres, iba a visitarlas en sus modestas casas, dándoles todo el dinero que podía: conseguía ahorrarlo también gracias al ayuno, mientras que a los que le decían que cuidara de su salud les respondía que los antiguos Padres del Desierto habían vivido largas vidas con mucha menos comida y alimentando el alma de Dios. Su fe era pura y simple, hecha de oraciones, penitencias y peregrinaciones. Fue cuatro veces caminando a Roma para rezar en la tumba de San Pedro y una vez fue a Tierra Santa. Murió anciano, durante la misa de Nochebuena de 1473, cuando la gente ya lo consideraba un santo.

Patrón de: Lituania, Polonia, Universidad Jagellónica