LA VIDA DE JESÚS EN EL ARTE / 17

El milagro de Naín “visto” por Cranach el Joven

La resurrección del hijo de la viuda de Naín es uno de los milagros más sensacionales de Jesús, lo representan diversas pinturas, entre ellas el espléndido retablo realizado por Cranach el Joven, que destaca el poder y la singularidad del Hijo de Dios.
- LA RECETA

Cultura 11_04_2022 Italiano English

Uno de los milagros más fascinantes de Jesús es la resurrección del hijo de la viuda de Naín, descrito por un solo Evangelio, el de Lucas:

Después se fue a una ciudad llamada Naín e iban con él muchos de sus discípulos y una gran multitud. Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; y mucha gente de la ciudad estaba con ella. Cuando el Señor la vio, se compadeció de ella y le dijo: «No llores». Y acercándose, tocó el féretro, mientras los que lo llevaban se detuvieron. Después dijo: «Joven, a ti te digo, levántate». Entonces el muerto se sentó y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre. Todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: «Un gran profeta se ha levantado entre nosotros y Dios ha visitado a su pueblo». La fama de estos hechos se extendió por toda Judea y por toda la región. (Lucas 7, 11-17)

Este milagro fue representado por varios artistas: Jean-Baptiste Wicar (1830), Livio Orazio Valentini (1920), Lionello Spada (1612), Mario Minniti (1640) y otros. Pero nos ocuparemos de la obra dedicada a este milagro por el artista alemán Lucas Cranach, el Joven. Es un magnífico retablo, ubicado en la iglesia de Santa María de Wittenberg.

Lucas Cranach el Joven (Wittenberg, 4 de octubre de 1515 - Weimar, 25 de enero de 1586) es el segundo hijo de otro gran artista, Lucas Cranach el Viejo. Su ciudad natal de Wittenberg en Sajonia es próspera, y ofrece a la familia la oportunidad de vivir cómodamente. La ciudad también es famosa por sus estrechos vínculos con Martín Lutero y por los orígenes de la Reforma protestante: muchos de sus edificios, como la iglesia del castillo, están vinculados a los acontecimientos de la época y ahora están incluidos en la lista de los patrimonios de la humanidad de la Unesco. Parte del claustro agustino donde vivió Lutero, primero como monje y luego como propietario con su esposa Catalina de Bore y sus seis hijos, se conserva y ha sido reconvertido en museo. Contiene muchas reliquias de Lutero, así como retratos y otras pinturas de los dos Lucas Cranach (padre e hijo). El Augusteum, construido entre 1564 y 1583 para la presencia del monasterio, es hoy un monumento conmemorativo.

Cranach el Joven comenzó su carrera como aprendiz en el taller de su padre, junto con su hermano Hans. En su carrera como artista disfrutó de un éxito considerable, continuando con el negocio de su padre y heredando el taller muy activo a la muerte de su progenitor. Cranach el Joven es conocido por retratos y versiones simples y claras de escenas alegóricas y mitológicas. El estilo de su pintura puede ser tan similar al de su padre, como para crear dificultades en la atribución de sus obras.

En la obra que representa el milagro de Naín, el artista consigue transmitir la importancia de la escena, el hecho de que para realizar un milagro hay que ser poseedor de un don dado por el poder de Dios. Jesús está en el centro, con un brazo que bendice levantado. Está rodeado por la multitud de las dos procesiones, mientras resucita al hijo de la viuda. Es un milagro extraordinario, que subraya la unicidad de Jesús, Hijo de Dios, dotado de poderes fuera de lo común. La resurrección de un mortal es un acto de fe y de esperanza en la vida después de la muerte, pero también en la inmortalidad del alma.