Cardenal Roche: el “justiciero” del rito antiguo ahora juega a ser moderado
En una entrevista que ha concedido el prefecto del Culto Divino, quizás pensando en el Cónclave, miente sobre Traditionis Custodes, mostrándose conciliador con la liturgia tradicional que él mismo siempre ha combatido. Un valor que, paradójicamente, hoy defiende un político protestante.

En un momento en el que el Vaticano está estrechando cada vez más el cerco sobre la Misa tradicional, se ha creado una situación extraña en la que un político protestante de Irlanda del Norte parece comprender mejor el valor del antiguo rito que el prefecto del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
El 6 de marzo, el Catholic Herald ha publicado una entrevista con el cardenal Arthur Roche en la que el purpurado ha realizado comentarios muy extraños y dignos de mención sobre la Misa tradicional en latín, conocida también como de rito antiguo. Como ya ha documentado el abajo firmante, el cardenal Roche es conocido desde los tiempos en que era obispo diocesano en Inglaterra por su oposición a la Misa en latín. Desde que se convirtió en prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos (ahora Dicasterio) en 2021, el cardenal Roche ha tenido los medios, el motivo y la oportunidad de ampliar esta predisposición.
De hecho, apenas dos meses después de su nombramiento, el papa Francisco promulgó Traditionis Custodes, ofreciendo al cardenal amplias oportunidades para reprimir las florecientes Misas en latín en todo el mundo. Y el cardenal Roche sin duda ha hecho un “buen” uso de esta oportunidad. En 2022 autorizó la celebración de la Misa en latín en menos de 60 parroquias de todo el mundo. Los datos posteriores aún no se han publicado, pero los crecientes cierres de centros para la Misa en latín han sido bien documentados en los meses siguientes.
Mientras tanto, el cardenal Roche no ha ocultado sus sentimientos. Mientras que los devotos del rito antiguo han tenido que enfrentarse, según las palabras del cardenal Raymond Burke, a una “persecución” por parte del Vaticano por su adhesión a esta Misa, el cardenal Roche ha descrito a estas personas como más protestantes que católicas.
La Misa en latín en las últimas décadas ha sido un “experimento que no ha tenido mucho éxito”, afirmó en 2021, y añadió que la Iglesia debería volver a lo que “el Concilio [Vaticano II] pidió a la Iglesia”: el Novus Ordo. “La teología de la Iglesia ha cambiado”, sostuvo en BBC Radio en 2023, y por lo tanto la liturgia también debe cambiar.
Sin embargo, en la entrevista concedida al Catholic Herald, el cardenal Roche ha intentado presentarse como moderado en el conflicto litúrgico que él mismo ha alimentado de forma violenta, al mismo tiempo que ha denigrado a los católicos tradicionales y ha mentido sobre el contenido de Traditionis Custodes.
Éstas han sido sus palabras concretas: “Por supuesto, es positivo que la gente quiera formar parte de la Iglesia y no hay razón para que no puedan hacerlo. No hay nada malo en participar en la Misa celebrada con el Misal de 1962. Se ha aceptado desde los tiempos del Papa san Juan Pablo II, el papa Benedicto y ahora el Papa Francisco. Lo que el Papa Francisco ha dicho en Traditionis Custodes es que no es la norma. Por muy buenas razones, la Iglesia, a través de la legislación conciliar, ha decidido alejarse de lo que se había convertido en una forma excesivamente elaborada de celebrar la Misa”.
En primer lugar, si no hay “nada de malo” en participar en la Misa tradicional, los católicos podrían preguntarse por qué el cardenal Roche los ha descrito como similares a los protestantes simplemente por haber participado en ella. No cabe duda de que la documentadísima “persecución” de los católicos que asisten a la Misa en latín y que se ha originado en el Vaticano, no les ha dado la impresión de que “no hay nada de malo en participar”. De hecho, Roche y su oficina han hecho todo lo posible para que sea cada vez más difícil hacerlo.
Segundo: el cardenal Roche intenta presentarse como un moderado litúrgico cuando comenta que “lo que ha dicho el Papa Francisco en Traditionis Custodes es que no es la norma”. Pero esta afirmación no se corresponde con la realidad. Y en el peor de los casos es una mentira flagrante sobre el contenido de Traditionis Custodes. Como el cardenal bien debería saber en virtud de su cargo, el Papa Francisco no ha dicho simplemente que la Misa en latín “no es la norma”. Al contrario, ha afirmado de manera sorprendente que el Novus Ordo es “la única expresión de la lex orandi del rito romano”. Quizá el cardenal ha sentido la necesidad de parecer moderado como parte de algunas maniobras previas al cónclave, siguiendo los pasos de otros cardenales que han comenzado a hacer sus movimientos en silencio durante la actual hospitalización del Papa Francisco.
Quizá ignora realmente lo que afirma el texto a pesar de haberse apresurado a hacerlo cumplir en los últimos dos años y medio. Quizá, como han sostenido a lo largo de los años numerosos comentaristas y estudiosos de la Liturgia, no tiene suficiente conocimiento de esta última, de las diferencias entre el antiguo rito y el nuevo y de la Teología que hay detrás de ambos. Sin embargo, dado que ha afirmado que la Iglesia ha experimentado un cambio en la Teología que requiere la implementación del Novus Ordo, parece que el cardenal Roche está al tanto de la teología del nuevo rito y, en virtud de las implicaciones de esta misma afirmación, debe tener cierta comprensión de cómo el nuevo contrasta con el antiguo. Entonces, ¿cómo puede un católico -tal vez un católico desgastado por la “persecución” del Vaticano contra la Misa a la que asiste por el simple deseo de adorar a Dios- interpretar esta frase del cardenal Roche? ¿Es acaso un mentiroso, un ignorante o un ambicioso?
Roche continúa: “A menudo oigo decir: ‘El cardenal Roche está en contra de la Misa en latín’. ¡Si supieran que la mayoría de las veces celebro la Misa en latín porque es la lengua común para todos nosotros aquí! Es la Misa Novus Ordo en latín. Fui educado como monaguillo hasta los 20 años, sirviendo en la forma tridentina”. ¿En serio tenemos que creernos que el prefecto del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos piensa que la Novus Ordo celebrada en latín es igual a la liturgia tradicional? Es imposible que alguien en su posición pueda ser tan ignorante.
Paradójicamente, en claro contraste con el desdén del cardenal Roche, un político protestante de Irlanda del Norte ha expresado públicamente su apoyo a la Misa tradicional. Preocupado por las noticias de que la oficina de Roche podría prohibir a los casi 20.000 jóvenes peregrinos de la Misa en latín en Chartres celebrar su Misa final en la famosa catedral el próximo junio, el diputado Jim Shannon ha presentado una pregunta urgente al Gobierno británico para pedir su intervención. La moción escrita de Shannon del pasado diciembre puede leerse aquí.
Shannon nos ha explicado que “esta acción es coherente con mi compromiso constante de responder a las preocupaciones sobre la espiritualidad y las prácticas religiosas de individuos y comunidades”. “La restricción a la celebración de la Misa en latín tiene un impacto directo en aquellos que se adhieren al rito tridentino, que es una expresión espiritual y cultural significativa del culto católico”, añade. “Aunque soy un orgulloso protestante y unionista —reconoce—, esto no me impide creer en la libertad de credo religioso, y ya he denunciado en el pasado violaciones de la libertad de credo religioso que afectan a los católicos”. Cualquier prohibición de la Misa en latín en la peregrinación de Chartres sería “otro ejemplo de una situación en la que los creyentes se ven limitados en la práctica de su fe, lo que la convierte en una cuestión relevante e importante que hay que abordar”, nos dijo Shannon.
En el contexto del sangriento conflicto de Irlanda del Norte tan tristemente entrelazado con las divisiones religiosas, el hecho de que un político protestante defienda públicamente la antigua liturgia católica es revolucionario. Y que defienda la Misa en latín contra el fantasma de la persecución por parte del mismo Vaticano es aún más sorprendente.
Shannon ha sido claro y honesto en su evaluación de la liturgia de la Iglesia y de los intentos del Vaticano de limitarla. El cardenal Roche también lo ha sido, insultando a los católicos que son devotos y burlándose de ellos mientras ha seguido introduciendo restricciones continuas. Si el departamento litúrgico del Vaticano hubiera tenido a alguien con la integridad de Shannon, la Iglesia habría sufrido menos esta crisis.
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Michael Haynes es un periodista inglés que vive en Roma como miembro del Cuerpo de Prensa de la Santa Sede y escribe principalmente en LifeSiteNews y PerMariam.