San Jaime de la Marca por Ermes Dovico
FRAGMENTOS DEL EVANGELIO

Velar por hacer la voluntad de Dios

Mis palabras no pasarán (Lc 21,33)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos una parábola:
«Fijaos en la higuera y en todos los demás árboles: cuando veis que ya echan brotes, conocéis por vosotros mismos que ya está llegando el verano.

Igualmente vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios.

En verdad os digo que no pasará esta generación sin que todo suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán».

(San Lucas 21,29-33)
 

No es importante conocer con precisión la fecha del glorioso regreso de Jesús, que juzgará a vivos y muertos, ni podemos saber si viviremos personalmente ese momento. Lo que importa es no atribuir carácter eterno a lo que, en realidad, no lo es, y concentrar en ello energías que, en cambio, deberíamos dedicar a Dios y al cumplimiento de su voluntad. Incluso las realidades aparentemente estables, como el cielo y la tierra, pasarán; por lo tanto, pidamos al Señor la fuerza para cumplir su voluntad, que permanece para siempre. ¿Eres capaz de distinguir lo que es temporal de lo que es eterno en tu vida? ¿Estás dispuesto a poner la voluntad de Dios en primer lugar, incluso frente a las distracciones y las ilusiones del mundo?