Santa Catalina de Siena por Ermes Dovico
FRAGMENTOS DEL EVANGELIO

Un consagrado de Dios

¿No habéis leído lo que hizo David? (Lc 6,3)

Un sábado, iba él caminando por medio de un sembrado y sus discípulos arrancaban y comían espigas, frotándolas con las manos. Unos fariseos dijeron: «¿Por qué hacéis en sábado lo que no está permitido?». Respondiendo Jesús, les dijo: «¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus compañeros sintieron hambre? Entró en la casa de Dios, y tomando los panes de la proposición, que solo está permitido comer a los sacerdotes, comió él y dio a los que estaban con él». Y les decía: «El Hijo del hombre es señor del sábado». (Lc 6,1-5)


El rey David es un consagrado de Dios y permite a sus compañeros lo que normalmente estaba reservado solo a los sacerdotes. Así, Jesús reclama para sí mismo una soberanía sobre el día sagrado del sábado demostrando su divinidad. Y además les reserva a los apóstoles, que ha llamado para que le representen sobre la tierra tras su ascensión al cielo, el derecho a ser sostenidos materialmente para poder desarrollar más libremente su misión de pastores.