ENTREVISTA / PADRE DABUSTI
«Yo, testigo, les contaré el milagro de Juan Pablo I»
22 de julio de 2011: la argentina Candela Giarda, entonces de once años, está entubada en cuidados intensivos, pesa apenas 19 kilos, padece desde hace meses una encefalopatía epiléptica aguda, agravada por un estado séptico de bronconeumonía. “Los médicos advirtieron a la madre que Candela no pasaría la noche, prediciendo la muerte inminente de su hija”. La Brújula Cotidiana entrevistó al padre José Dabusti, el sacerdote que la noche del 22 de julio invitó a la madre de Candela, a la cabecera de la cama de su hija hoy estudiante universitaria, para pedir la intercesión del papa Albino Luciani. Presagio que, para asombro de los médicos, condujo a una mejora repentina y duradera que llevó a la Iglesia a reconocer el milagro.