El abrazo de Jesús
Mi yugo es suave y mi carga, ligera (Mt 11, 30)
La sabiduría de los que confían en Jesús
¡Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra (Mt 11, 25)
Un castigo anunciado
¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! (Mt 11, 21)
No vino a quitar, sino a dar
Recibirá cien veces más y heredará la vida eterna (Mt 19, 29)
Tu prójimo
El doctor de la ley, para justificarse, le preguntó a Jesús: "¿Y quién es mi prójimo?" (Lc 10, 29)
Alma y cuerpo
Teman, más bien, a quien puede arrojar al lugar de castigo el alma y el cuerpo (Mt 10, 28)
Misión posible
Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra. Yo les aseguro que no alcanzarán a recorrer todas las ciudades de Israel, antes de que venga el Hijo del hombre (Mt 10, 23)
Que haya paz en esta casa
Y si no los reciben o no escuchan sus palabras, al salir de aquella casa o de aquella ciudad, sacúdanse el polvo de los pies (Mt 10, 14)
Los doce
Vayan y proclamen por el camino que ya se acerca el Reino de los cielos (Mt 10, 7)
Nunca se había visto nada semejante en Israel
Al ver a las multitudes, se compadecía de ellas
Con sólo tocar su manto
Hija, ten confianza; tu fe te ha curado (Mt 9, 22)
La última meta
Alégrense más bien de que sus nombres están escritos en el cielo (Lc 10, 20)