Corderos en medio de lobos
Ya se acerca a ustedes el Reino de Dios (Lc 10, 9)
Eviten toda clase de avaricia
La vida del hombre no depende de la abundancia de los bienes que posea (Lc 12,15)
Orar siempre
¿Creen acaso que Dios no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, y que los hará esperar? (Lc 18, 7)
El Espíritu Santo
El Espíritu Santo les enseñará en aquel momento lo que convenga decir (Lc 12, 12)
No sin persecución
No teman a aquellos que matan el cuerpo (Lc 12, 4)
A esta generación se le pedirán cuentas
Luego que Jesús salió de allí, los escribas y fariseos comenzaron a acosarlo terriblemente (Lc 11, 53)
Esto debían practicar sin descuidar aquello
¡Ay de ustedes, porque son como esos sepulcros que no se ven (Lc 11, 44)
La apariencia
El fariseo se extrañó (Lc 11, 38)
Una tentación común
Pide una señal, pero no se le dará más señal que la de Jonás (Lc 11, 29)
¿Dónde están los otros nueve?
¿No ha habido nadie, fuera de este extranjero, que volviera para dar gloria a Dios? (Lc 17, 18)
¡Dichosa la mujer que te llevó en su seno!
Dichosos todavía más los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica (Lc 11, 28)
Inmensamente amada
El Señor está contigo (Lc 1, 28)