San Norberto
Fundador de los Canónigos Regulares Premostratenses, comenzó su carrera eclesiástica quizás sin tener una verdadera vocación...
San Norberto (1080-1134), fundador de los Canónigos Regulares Premostratenses, nació en una familia perteneciente a la alta nobleza y próxima a la corte del Sacro Imperio Romano. Su padre era conde de Gennep en la actual Holanda, aunque Norberto fue educado en la cercana ciudad de Xanten, en tierra germánica. Fue en estos años que la Iglesia implementó la Reforma Gregoriana, llamada así por su exponente más ilustre, san Gregorio VII (1015-1085).
Norberto comenzó su carrera eclesiástica quizás sin tener una verdadera vocación, convirtiéndose en subdiácono ordenado y capellán de Enrique V. Durante treinta años se sintió muy atraído por una vida mundana, hasta que algo insólito ocurrió en 1115. Mientras cabalgaba hacia la ciudad de Vreden un rayo hizo que cayera de su caballo y durante casi una hora permaneció inconsciente en el suelo.
Después de salir del peligro, su fe aumentó. Renunció a su cargo en la corte y comenzó una vida de penitencia. Fundó una primera abadía y fue ordenado sacerdote. En este tiempo creció su amor por la Eucaristía y su devoción a Nuestra Señora. Intentó reformar el capítulo de los canónigos de Xanten. Pero sus intentos no tuvieron éxito, quizás debido al ascetismo excesivamente duro que había tratado de establecer. Tras donar todas sus posesiones a los pobres, san Gelasio II le dio permiso para convertirse en predicador itinerante. Desenvolvió esta misión entre Bélgica, Francia, Alemania y Holanda, exhortando a la conversión y reprendiendo al clero por no respetar el celibato.
Luego, el obispo de Laon le pidió que fundara un monasterio en su diócesis, dándole tierras en el bosque de Voas. Norberto decidió adoptar la Regla de San Agustín y el 25 de diciembre de 1120, junto con trece discípulos, hizo votos solemnes en Prémontré. Así fue como nació la Orden Premonstratense, cuyos miembros también se llaman Norbertinos. En el acto de donación el lugar era llamado en latín Praemonstratus, con el sentido de “(Lugar) indicado (por Dios)”, como aparece en la Vida escrita por san Godofredo de Cappenberg: “Venit ad locum vere juxta nomen suum, a Domino premonstratum, electum y prædestinatum”. Este último era un conde que había quedado impresionado por la predicación de Norberto y había dejado todo para entrar en los premonstratenses.
En 1126, Norberto fue nombrado obispo de Magdeburgo por Honorio II, el papa que aprobó la Orden con la bula Apostolicae disciplinae. Así el santo continuó también su obra en el ejercicio del ministerio episcopal. Le atacaron por tratar de restaurar la disciplina eclesiástica que se había relajado demasiado. En el cisma de 1130 apoyó a Inocencio II contra el antipapa Anacleto II. En los últimos años de su vida fue canciller y asesor del emperador Lotario de Supplimburg. Murió con fama de santidad el 6 de junio de 1134. Su cuerpo descansa en el Monasterio de Strahov, en Praga, desde 1627.