San Juan Nepomuceno por Ermes Dovico
RÁVENA

Reticencias y omisiones: así ha ocultado el obispo el milagro eucarístico

Los fieles se oponen a la solicitud de la Fiscalía de archivar el probable milagro eucarístico de Rávena. Repasamos los mensajes de Whatsapp del obispo Ghizzoni, que consintió la destrucción de la Hostia consagrada después de los análisis de la Autoridad Sanitaria Local, análisis que nunca se hicieron públicos. Y hablamos también del intento de silenciarlo todo ocultando los portaobjetos en los que se había encontrado sangre humana.

Ecclesia 19_03_2025 Italiano English

Resistencias, falta de transparencia, encubrimientos. La forma en que el obispo de Rávena, Lorenzo Ghizzoni, ha gestionado el probable milagro eucarístico de Savarna se asemeja más a la negligencia del burócrata que al celo escrupuloso del pastor. Resultan desconcertantes las revelaciones surgidas en el transcurso del proceso penal abierto en el tribunal tras la denuncia presentada por algunos fieles. Un proceso que deja caer sobre el obispo de Rávena la sombra (la acusación es por el momento contra desconocidos) de un delito grave, el 404 cp (destrucción de objetos de culto).

Ayer los fieles han presentado al juez de instrucción de Rávena un acto de oposición a la solicitud de archivo que la Fiscalía ya había preparado sobre el asunto, sin tener en cuenta la concatenación de errores y encubrimientos puestos en marcha para ocultar lo que podría ser a todos los efectos un milagro eucarístico.

Los lectores recordarán el suceso, que se remonta a enero de 2023: la partícula consagrada que se encontró después de la misa en los primeros bancos de la iglesia de Savarna en la diócesis de Ravenna-Cervia, la conservación de la Hostia y tras unos días la aparición de material rojizo que, analizado posteriormente en el laboratorio de Schio por la anatomopatóloga Cristina Antonini, había revelado rastros de granulocitos y material hemático.

Y luego nos encontramos con la segunda parte de esta absurda historia, en la que se entregan al obispo las láminas portaobjetos y el contenedor de la Hostia descompuesta, además de las investigaciones realizadas por Ghizzoni con la complicidad de la ASL (Autoridad Sanitaria Local) que aseguraban sin ninguna prueba que no había rastros de sangre. Y, por último, llegamos a la desaparición de los portaobjetos estabilizados (es decir, disponibles para posteriores exámenes) y la destrucción del contenido aún conservado en el frasco entregado a la ASL. Y por si fuera poco, el mensaje WhatsApp de la ASL al obispo comunicándole los resultados negativos de las pruebas realizadas.

Un misterio que se precie consta de muchos menos capítulos y giros inesperados. Pero esta vez, lo que enriquece el misterio de Savarna es lo que el abogado Francesco Minutillo, que defiende a los fieles, ha logrado reconstruir tras las investigaciones encomendadas a los carabineros de Rávena.

Empezando por el hecho de que la eliminación de los restos de la Hostia entre los residuos biológicos ha sido confirmado por Vittorio Sambri, director del laboratorio de la ASL de Pievestina, y continuando con el hecho de que los análisis realizados por la ASL no estaban orientados a la búsqueda de sangre humana como los que había realizado la doctora Antonini, sino a la búsqueda de bacterias. Nada de esto se comunicó, tal y como debe suceder en cualquier tipo de investigación de laboratorio, sino que simplemente se avisó al obispo a través de Whatsapp sin informe alguno y, por lo tanto, sin ninguna prueba.

Y hay más: en las actas del procedimiento que ahora el juez de instrucción deberá evaluar si ampliar con más investigaciones, también constan los mensajes y los intercambios de Whatsapp entre Ghizzoni y Sambri que denotan la sorprendente negligencia con la que el obispo, en calidad de responsable legal, ha abordado un probable milagro eucarístico en su diócesis.

La primera se remonta a octubre de 2023, cuando ambos se ponen en contacto para acordar las operaciones de investigación de las muestras tomadas. Ghizzoni, tras recibir la respuesta negativa, pregunta a Sambri qué ha pasado con la Hostia analizada. “Muchas gracias —le dice Ghizzoni al técnico de la ASL—. Si me piden el contenedor de vidrio, ¿lo habéis conservado? Si no es así, no pasa nada, gracias de todos modos”. Una pregunta desconcertante, por la suficiencia y la falta de respeto, si se piensa que quien habla es un obispo y que el objeto en cuestión es una Hostia consagrada. Pero igual de desconcertante es la respuesta de Sambri: “Comprobaré si lo tenemos y se lo haré saber”, como si el material apenas utilizado para un análisis se pudiera buscar en un cajón cualquiera.

En realidad, la respuesta evasiva de Sambri se debe a que el material había sido destruido por completo y desechado en la basura orgánica. De hecho, en una comunicación posterior del 18 de junio de 2024, cuando la noticia del probable milagro ya había salido y cuando la Brújula Cotidiana ya había escrito los primeros artículos, Sambri vuelve a ponerse en contacto con el obispo: “Buenos días, excelencia, he leído con gran disgusto las noticias en la prensa de hoy. Obviamente, se trata de una noticia filtrada y se acusa a la ASL de haber eliminado el material que, como usted sabe, se utilizó en su totalidad para las investigaciones de laboratorio. Le pediría que se encargara de realizar un desmentido para la prensa que no nos culpe de algo que ambos sabemos que está protegido por un acuerdo de confidencialidad”.

Así pues, se tiró a la basura sin miramientos la Hostia celosamente conservada, mientras que la ASL se parapetaba tras un acuerdo de confidencialidad del que ya habíamos tenido noticia de boca del mismo Sambri, que se lo comunicó a la Brújula Cotidiana cuando lo localizamos.

Este acuerdo —comenta Minutillo— se ha producido al margen de cualquier procedimiento oficial y sin ningún tipo de trazabilidad administrativa, lo que determinó una gestión de los restos carente de transparencia y, de hecho, fuera de cualquier forma de control público. El acuerdo secreto impidió que se registraran las operaciones de análisis y destrucción de los materiales eucarísticos, violando los principios de legalidad e imparcialidad a los que está sujeta la administración pública”.

Todo esto supone para Ghizzoni una pesada sombra en su carrera como arzobispo. Descubrir que ha gestionado las investigaciones sobre un probable milagro eucarístico intentando hacer desaparecer las pruebas en vez de analizarlas seriamente no es precisamente una buena tarjeta de visita para un pastor como él, que siempre ha tratado de ascender a la cúpula de la Conferencia Episcopal Italiana con prestigiosos cargos y nombramientos.

Emerge el comportamiento de un obispo obsesionado con los fantasmas ideológicos de sus fieles. En una comunicación posterior con Sambri, de hecho, acusa a uno de los redactores de la denuncia y al mismo abogado Minutillo de buscar visibilidad y de comulgar con una ideología concreta, sin ocultar su irritación por lo sucedido. Ignorando que la historia de Savarna había comenzado mucho antes de la denuncia, con un sacerdote y su sacristana lidiando con algo prodigioso, a saber, el color rojo de esa Hostia que luego el obispo había tratado en vano de definir como no consagrada, algo imposible dado que el lugar y el momento del hallazgo hacían imposible la presencia de una partícula no consagrada.

Ahora la palabra es para el juez de instrucción, pero los fieles insisten. Si el contenedor con los restos de la Hostia consagrada se ha tirado para siempre, ¿qué ha pasado con los tres portaobjetos analizados por la doctora Antonini (en la foto de al lado) y de los que se desprendía la presencia de material hemático? El párroco de Savarna se los entregó al obispo, pero Ghizzoni nunca se los dio a la ASL para que realizara más análisis, ni ha explicado qué fue de ellos.

Si todavía están en su poder, ¿por qué no los saca del cajón y permite que otros estudiosos los analicen y continúen con las investigaciones? ¿O tal vez los ha tirado sin preocuparse de que la doctora Antonini había estabilizado ese material y, por lo tanto, podía ponerse a disposición de cualquiera para determinar si en lo que quedaba de esa Hostia había realmente sangre humana?



ITALIA

Rávena: los fieles presentan una demanda y exigen la verdad sobre el milagro eucarístico

03_12_2024 Andrea Zambrano

Nos encontramos en un punto de inflexión en la historia del probable milagro eucarístico de Savarna: los fieles presentan una denuncia por “injurias a la religión por vilipendio”. Piden la incautación de las muestras que ya han sido analizadas y de aquellas en las que se encontraron rastros de sangre pero que luego desaparecieron. “Queremos claridad sobre el acuerdo de confidencialidad entre la Diócesis y la Autoridad Sanitaria Local y sobre la comunicación vía Whatsapp de los resultados”.