San Columbano por Ermes Dovico
FRAGMENTOS DEL EVANGELIO

Misericordiosa paciencia

Los discípulos de Juan ayunan a menudo y oran. (Lc 5,33)

Pero ellos le dijeron: «Los discípulos de Juan ayunan a menudo y oran, y los de los fariseos también; en cambio, los tuyos, a comer y a beber». Jesús les dijo: «¿Acaso podéis hacer ayunar a los invitados a la boda mientras el esposo está con ellos? Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, entonces ayunarán en aquellos días». Les dijo también una parábola: «Nadie recorta una pieza de un manto nuevo para ponérsela a un manto viejo; porque, si lo hace, el nuevo se rompe y al viejo no le cuadra la pieza del nuevo. Nadie echa vino nuevo en odres viejos: porque, si lo hace, el vino nuevo reventará los odres y se derramará, y los odres se estropearán. A vino nuevo, odres nuevos. Nadie que cate vino añejo quiere del nuevo, pues dirá: “El añejo es mejor”». (Lc 5, 33-39)

 

Jesús responde con misericordiosa paciencia a las dudas de los escribas y los fariseos que encuentra en su camino. A menudo, estos estaban sinceramente convencidos de que estaban siguiendo la Ley, algunos en buena fe, otros con malicia e hipocresía. Así, Jesús demuestra que da una posibilidad a todos. ¿Qué posibilidades tendrás hoy de cumplir la voluntad de Dios? Presta atención sobre todo a las buenas intenciones e intenta ponerlas en práctica.