San Columbano por Ermes Dovico

FRAGMENTOS DEL EVANGELIO

Mejor bien acompañado que solo

Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera. (Mt 11,30)

En ese tiempo, Jesús dijo: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera». (Mt 11,28-30)


El yugo es esa parte del carro que sirve para juntar a los animales de tiro para repartir su esfuerzo. Cuando el hombre decide no escuchar las palabras de salvación de Jesús, es como un animal de tiro que se condena a arrastrar el carro de la vida solo. Por el contrario, cuando el hombre decide escuchar la enseñanza de Jesús, inicialmente parece que limita su libertad, pero luego descubre que el mayor peso de su cruz lo llevará Jesús. Depende de nosotros decidir si nos ponemos bajo el dulce yugo de Jesús, o bajo el duro yugo de una vida sin Él.