Gustar a Dios
Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros. (Jn 15, 18)
Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia. Recordad lo que os dije: “No es el siervo más que su amo”. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra. Y todo eso lo harán con vosotros a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió. (Jn 15, 18-21)
Quien practica los vicios es amado por muchos y es cómplice del maligno porque se conduce a sí mismo, y a los demás, a la muerte eterna. Quien en cambio practica la virtud, incluso sin decir nada, se convierte para los demás en una llamada a abandonar el pecado. Por este motivo es odiado por muchos, pero sin duda es amado por Dios. Preguntémonos a menudo, durante el día, si estamos complaciendo a Dios o a los hombres.