San Pedro Canisio por Ermes Dovico
EL CASO

El libro sobre el celibato, el gran lío de monseñor Georg Gänswein

Tras el clamor suscitado por los extractos del libro en defensa del celibato eclesiástico, firmado por Benedicto XVI y el cardenal Robert Sarah, se discute el sensacional giro de 180 grados del secretario de Ratzinger, monseñor Georg Gänswein. Había asegurado el desconocimiento del Papa emérito sobre el proyecto del libro a cuatro manos, pero los hechos lo desmienten. Y el cardenal Sarah confirma que todo estaba claro y compartido, y publica cartas de Benedicto XVI dirigidas a él. Y los editores también recibieron en su momento el "visto, se imprima" de Gänswein. Quizás después de los violentos ataques, mentiras y amenazas recibidas, el secretario ha querido proteger al Papa emérito, pero va a obtener el resultado contrario, porque separar a Benedicto XVI del cardenal Sarah sólo ha facilitado a sus enemigos su eliminación. Mientras tanto, el libro saldrá con la firma del cardenal Sarah y "con la contribución de Benedicto XVI". Pero el contenido, que es lo que cuenta, sigue siendo el mismo.

Ecclesia 14_01_2020 Italiano English

Empecemos con los hechos. El libro "Desde lo más profundo del corazón", del que Le Figaro anticipó algunos extractos causando un gran revuelo, ha sido compartido realmente por Benedicto XVI y el cardenal Robert Sarah. La obra está compuesta por dos ensayos sobre el sacerdocio, con especial atención al celibato, escritos respectivamente por Benedicto XVI y el cardenal Sarah. Luego hay una introducción y una conclusión firmada por ambos: las dos fueron escritas por el cardenal Sarah pero vistas y aprobadas por Ratzinger. Y el "visto, se imprima" vino directamente del secretario personal de Benedicto XVI, monseñor Georg Gänswein.

¿De dónde viene entonces todo el caos de estas horas y el giro inesperado de Gänswein? El secretario de Ratzinger ha declarado a la agencia de noticias ANSA: "El Papa emérito sabía que el cardenal estaba preparando un libro y había enviado un texto suyo sobre el sacerdocio autorizándole a usarlo como quisiera. Pero no había aprobado ningún proyecto de libro firmado por ambos, ni había visto o autorizado la portada". En realidad, los editores son capaces de demostrar que monseñor Gänswein está mintiendo: el secretario sabía muy bien que el libro saldría con la doble firma y había dado el visto bueno a pesar de que era consciente del enorme impacto que tendría la publicación. Además, desde la tarde del lunes 13 de enero, tan pronto como se difundió la noticia de una disputa sobre las firmas, el cardenal Sarah –hablando de "difamaciones de excepcional gravedad"- hizo circular en las redes sociales las cartas que le había escrito Benedicto XVI en las que se ponía de manifiesto que el Papa emérito era consciente del proyecto del libro.

Y de nuevo, la introducción corresponde a esa media página preparada por el cardenal Sarah que es el tema de la carta enviada por Ratzinger el 25 de noviembre: "Querida Eminencia, de todo corazón quiero darle las gracias por el texto añadido a mi contribución y por toda la elaboración que ha hecho. Me ha conmovido profundamente que haya comprendido mis intenciones: en realidad había escrito siete páginas de aclaración metodológica de mi texto y me alegra decir que usted ha sido capaz de decir lo esencial en media página. Por lo tanto, no veo la necesidad de enviarle las siete páginas, ya que usted ha expresado lo esencial en media página. Por mi parte, el texto puede ser publicado en la forma que usted ha previsto".

En la mañana del 14 de enero, el cardenal Sarah reconstruye de nuevo con un comunicado oficial todo el proceso que ha llevado a la publicación del libro: desde el 5 de septiembre pasado, cuando fue a ver a Benedicto XVI a la Mater Ecclesiae pidiéndole un "texto sobre el sacerdocio católico, con especial atención al celibato", hasta el 3 de diciembre, cuando en otra visita explicó a Benedicto XVI que "nuestro libro se imprimiría durante las vacaciones de Navidad y que se daría a conocer el miércoles 15 de enero". Entre tanto, las fechas que han marcado los distintos momentos han sido en gran parte ya documentadas con las cartas que circularon el día 13 por la tarde. En la conclusión del comunicado, el cardenal Sarah habla de "una abyecta controversia": "Perdono sinceramente a todos aquellos que me calumnian o que quieren oponerse al Papa Francisco. Mi adhesión a Benedicto XVI permanece intacta y mi obediencia filial al Papa Francisco es absoluta".

El tema es entonces por qué monseñor Gänswein, en nombre de Benedicto XVI, ha dado este insólito giro con el doble y dramático resultado de haber puesto al cardenal Sarah en serias dificultades y de haber distraído la atención de los contenidos del libro, que siguen estando en cualquier caso confirmados y al mismo tiempo son perturbadores. Además, las afirmaciones más relevantes teológicamente sobre la cuestión del celibato, que niegan absolutamente la posibilidad de excepciones motivadas por necesidades sociales, se pueden encontrar precisamente en el ensayo de Ratzinger.

Sin ninguna duda la publicación de los extractos del libro ha provocado un terremoto en el Vaticano: una verdadera bomba mientras se espera la exhortación post-sinodal con la que algunos albergan la esperanza de que el Papa Francisco se abra a las peticiones contenidas en las conclusiones, precisamente en lo que se refiere a las excepciones al celibato eclesiástico. Las reacciones de los "guardianes de la revolución" no se han hecho esperar en absoluto: si por un lado el gran jefe de la comunicación vaticana, Andrea Tornielli, ha escrito en Vatican News un artículo "normalizador" que intenta reconciliar la posición expresada por Ratzinger con la del Papa Francisco, por otro lado ha “desatado a sus hombres” con el doble propósito de cerrar la boca del Papa emérito y “manchar” al cardenal Sarah, que habría dado vueltas alrededor de un Papa emérito descrito como un pobre viejo tonto. Es significativo a este respecto que el "delfín" de Tornielli, Domenico Agasso jr., firmara el 14 de enero el artículo de apertura de La Stampa, con el título inequívoco de "El Vaticano, el nudo del Papa emérito". Resumen: "Crece la petición de un texto que prevea límites al ejercicio del magisterio del Pontífice renunciante". ¿No está claro?

Se pueden hacer una idea del tipo de presiones que habrán recibido Benedicto XVI y monseñor Gänswein quien, entre otras cosas, es Prefecto de la Casa Pontificia y por lo tanto, se encuentra en una posición delicada entre Ratzinger y el Papa Francisco. Dada la violencia de los ataques públicos, podemos adivinar fácilmente lo que ha ocurrido en privado. Eso no justifica los cambios de rumbo de monseñor Gänswein, pero tal vez se pueda entender que, ante las amenazas y falsedades que circulaban, pretendía proteger a Benedicto XVI. El problema es que obtendrá el resultado contrario: al separar al Papa emérito del cardenal Sarah sólo ha facilitado a sus enemigos su eliminación. Y al mismo tiempo ha debilitado la contribución que los ensayos de Benedicto XVI y Sarah pretenden aportar al debate sobre el celibato eclesiástico, para detener el ataque a la identidad de la Iglesia. El cardenal Sarah ha escrito en Twitter: "Considerando la controversia que ha causado la publicación del libro ‘Desde lo más profundo de nuestro corazón’, se ha decidido que el autor del libro será para futuras publicaciones: el cardenal Sarah, con la contribución de Benedicto XVI. Sin embargo, el texto completo permanece absolutamente inalterado".