San Expedito por Ermes Dovico
FRAGMENTOS DEL EVANGELIO

¿Dónde buscar la seguridad?

El que coma de este pan vivirá para siempre. (Jn 6,51)

Los judíos murmuraban de él porque había dicho: «Yo soy el pan bajado del cielo», y decían: «¿No es este Jesús, el hijo de José? ¿No conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo dice ahora que ha bajado del cielo?». Jesús tomó la palabra y les dijo: «No critiquéis. Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en los profetas: “Serán todos discípulos de Dios”. Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí. No es que alguien haya visto al Padre, a no ser el que está junto a Dios: ese ha visto al Padre. En verdad, en verdad os digo: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo» (Jn 6,41-51)

 

Si la seguridad se basa solo en la disponibilidad de los bienes materiales, como por ejemplo la comida, nuestras esperanzas o miedos se centrarán en ellos, confiriéndoles un valor superior al que en realidad tienen. Si en cambio nuestra seguridad se basa en confiar en Dios, incluso los bienes materiales volverían a conquistar su justa prioridad y valor. Por último, recuerda que no debes recibir la Comunión en estado de pecado mortal para evitar comer tu condena a muerte.