Cristo Rey por Ermes Dovico

FRAGMENTOS DEL EVANGELIO

Zabulón y Neftalí

Se estableció en Cafarnaún. (Mt 4,12)

Al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan se retiró a Galilea. Dejando Nazaret se estableció en Cafarnaún, junto al mar, en el territorio de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías: «Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles. El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló». Desde entonces comenzó Jesús a predicar diciendo: «Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos». Jesús recorría toda Galilea enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Su fama se extendió por toda Siria y le traían todos los enfermos aquejados de toda clase de enfermedades y dolores, endemoniados, lunáticos y paralíticos. Y él los curó. Y lo seguían multitudes venidas de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y Transjordania. (Mt 4,12-17. 23-25)


Los judíos consideraban el territorio de las tribus de Zabulón y Neftalí un lugar habitado por gentes poco fiables sobre la doctrina. A pesar de esto, el profeta Isaías profetizó, ocho siglos antes del nacimiento de Jesús, que de la tierra en la cual las tinieblas de la herejía y de la idolatría habían puesto sus raíces habría surgido la Luz de la Palabra de Dios. Una vez más, Dios confirma que sus pensamientos y sus caminos van más allá de los hombres, que nunca se habrían esperado nada bueno de tierras consideradas inútiles. Y nosotros, ¿estamos llenos de prejuicios, o estamos abiertos a la escucha de la Palabra de Dios?