ENTREVISTA / ADAM SMITH-CONNOR

"Yo, veterano de guerra británico, desafío el ‘deber’ del aborto”

Luchó por la libertad en Afganistán y ahora está siendo juzgado en Inglaterra por orar en silencio, cerca de una clínica, por su hijo abortado. Adam Smith-Connor explica a la Brújula su batalla para defender la vida y la libertad de pensamiento, que nació de su conversión.

Vida y bioética 24_08_2023 Italiano English

“Luché para proteger los valores de la libertad y la democracia en Afganistán y ahora soy perseguido en Inglaterra por orar en silencio por mi hijo Jacob, que fue asesinado en un aborto. Veo que en Inglaterra se aprueban leyes que criminalizan los actos caritativos y la oración. Es vergonzoso”.

El veterano del ejército Adam Smith-Connor (en la foto, mientras lee un discurso ante la Corte de Magistrados de Poole, 9 de agosto de 2023), de 49 años, de Marchwood (Reino Unido), es el tercer católico acusado este año en Inglaterra por un “crimen de pensamiento”. Isabel Vaughan-Spruce y el padre Sean Gough, como es sabido, fueron detenidos en Birmingham por el mismo “delito”: el de haber violado presuntamente una orden de protección de los espacios públicos (PSPO, por sus siglas en inglés) al rezar en el secreto de sus mentes. A Smith-Connor le preocupa que el “crimen de pensamiento” pueda incorporarse rápidamente a la legislación del Reino Unido y los hechos hasta ahora ciertamente apuntan en esta escalofriante dirección. “Habrá más casos en el futuro”, predice el exsoldado.

Adam Smith-Connor se encontraba en Bournemouth el 24 de noviembre de 2022, cuando fue “sorprendido” rezando en silencio en los alrededores de un centro de abortos, por dos funcionarios municipales del Community Safety Accredited Scheme (Programa Acreditado de Seguridad Comunitaria, CSAS). Inicialmente, Smith-Connor recibió una advertencia y luego le fue impuesta una multa de £ 100, prevista en la ley. Los funcionarios del municipio le dijeron que lo multarían por la “oración que usted admitió”.

Respaldado por la Alianza para la Alliance Defending Freedom (Alianza para la Defensa de la Libertad, ADF), el hombre se declaró inocente el 9 de agosto ante la Corte de Magistrados de Poole, de la acusación “de irrespetar, sin excusa razonable, una exigencia de la PSPO”, negándose a “abandonar el área cuando lo solicite un funcionario autorizado”. Su caso irá a juicio el 16 de noviembre.

En esta entrevista exclusiva con la Brújula Cotidiana, Smith-Connor comparte los detalles de su conversión al catolicismo, por qué está involucrado en la lucha por la vida y por qué las libertades democráticas fundamentales están en riesgo en el Reino Unido.

Adam Smith-Connor, comencemos por el principio. ¿Qué pasó afuera de la clínica de abortos de Bournemouth cuando la detuvieron en noviembre de 2022?

En realidad, no pasó mucho, no hubo tiempo. Las autoridades sabían que yo estaría allí de antemano. Es una práctica normal notificar a las autoridades del Comportamiento Antisocial cuando se tiene la intención de orar afuera de una clínica de abortos. Pero esta vez, a mi llegada, me estaban esperando dos funcionarios municipales. Durante dos minutos me observaron orar y luego me preguntaron si estaba orando y cuál era la naturaleza de mi oración. Cuando admití que estaba orando y que era por mi difunto hijo Jacob, me dijeron que estaba violando la PSPO y que me podían multar si no me retiraba. Me negué, afirmando que consideraba la solicitud “una intromisión en mi derecho absoluto a la libertad de pensamiento”. Pensaron que era “una excusa irrazonable”. Luego me impusieron la multa de 100 esterlinas que exige la ley.

¿Significa esto que la policía o los funcionarios municipales en Inglaterra tienen derecho a detener a las personas y exigirles saber lo que piensan si se encuentran en un espacio público protegido?

Este es el problema. Este es el país de la Carta Magna. Tenemos una historia de apoyo a los derechos humanos de la que podemos estar orgullosos y un respeto por la libertad tal que luché para defenderla cuando serví a este país durante 20 años en las reservas del ejército, incluso en Afganistán. Nadie tiene el poder de entrometerse en tus pensamientos y castigarte por ellos. El problema es que algunos funcionarios municipales y algunos agentes de policía creen que tienen el poder legítimo. Lo cuestiono porque viola leyes básicas de derechos humanos.

¿Qué quieres decir con “algunos policías”?

Los agentes de policía de Birmingham arrestaron a Isabel y al padre Sean porque pensaban que la oración silenciosa en una zona de seguridad era ilegal. La Fiscalía de la Corona, sin embargo, dijo que no había pruebas suficientes y pidió un veredicto de no culpabilidad. La policía de Dorset me dijo que mis oraciones silenciosas fuera de la clínica de abortos de Southampton eran legales (ver vídeo). Los funcionarios del Ayuntamiento de Bournemouth dijeron que mis oraciones eran ilegales, me multaron y me llevarán a los tribunales (ver vídeo). No puede ser justo que los derechos fundamentales puedan ser tratados de una manera así incompatible con la ley.

Después de veinte años en las reservas del ejército británico, afirma que “los derechos fundamentales y la libertad democrática” que ha defendido también en el campo de batalla de Afganistán “ahora están siendo arrebatados en las calles de Gran Bretaña”. ¿Existe una relación entre su postura provida y su servicio militar?

Tengo a dos personas en mente mientras combato esta batalla por la vida. Un amigo, Rick, que murió en junio de 2008 en Afganistán por un artefacto explosivo improvisado (IED) al lado de la carretera. Dejó una familia joven. Cuando te envían a una zona de guerra, tienes que escribir tu testamento, despedirte de tu familia sin saber si volverás a verlos. Al igual que yo, Rick creía en la libertad y los valores democráticos y murió luchando para defender esos valores. No puedo quedarme atrás y ver cómo mi país se corrompe de esta manera. Veo pasar una ley que criminaliza los actos de caridad y oración. Es una ley totalmente antibritánica y una traición a todas aquellas personas (ver foto) que dieron sus vidas para defender la libertad que Gran Bretaña siempre ha defendido. Es indignante.

¿Quién es la otra persona?

Mi hijo Jacob, que con grande pesar sacrifiqué con un aborto hace más de veinte años.

¿Puedes contarnos qué sucedió?

Yo tenía 27 años en esa época y estaba en entrenamiento militar intensivo. Mi prometida también planeaba alistarse en el ejército. Al mismo tiempo quedó embarazada. El aborto parecía la solución obvia. Yo era un ateo sin comprensión moral de lo que significaba matar a mi hijo. El estándar moral de la sociedad me decía que esto equivalía a sacarse un diente. Pensé que era una persona honorable al llevar a mi novia a la clínica y pagar el aborto. El lobby abortista te miente. Maté a mi hijo. Esa decisión y sus consecuencias permanecerán contigo por el resto de tu vida.

Y, sin embargo, hoy es católico. ¿Qué sucedió después de ese aborto que lo llevó a convertirse al cristianismo?

Soy fisioterapeuta. En 2016, acepté una invitación para asistir a un curso de introducción al cristianismo de un paciente que dirigía el taller. Esto llevó a mi conversión. En 2017 me uní a la Iglesia Evangélica renacida. Luego, en 2018, fui bautizado. Sin embargo, después de mi bautismo tuve un sueño vívido. En el sueño mataba a mi hijo. Lo cortaba a pedazos como si fuera un pollo. Me di cuenta de que mientras hacía esto no sentía nada. Cuando me desperté a la mañana siguiente, sentí el horror de ese sueño. Mis dos hijos dormían en la habitación de al lado. Desde hace veinte años que no pensaba en ese aborto. Pero, como un cáncer, te devora, hace que crezcan metástasis.

¿Qué cambió después de ese sueño?

Dios cambió mi corazón de piedra por un corazón de carne. Decidí hacer algo para ayudar a otras personas a lidiar con el aborto y defender la vida. Considero que es mi deber como cristiano adoptar una postura pública sobre los valores cristianos: alimentar al hambriento, vestir al desnudo, etc. Me uní a 40 Días por la Vida y me sorprendió el hecho de que la mayoría de quienes intentaban ayudar a mujeres vulnerables eran católicos. Eran los cristianos los que luchaban por la vida. Me convertí al catolicismo la pasada Pascua.

¿Por qué llamó Jacob a su hijo fallecido?

Jacob fue padre de Israel. Quiero que mi hijo abortado sea padre de una nación de bebés salvados del aborto gracias a mis esfuerzos y a los de aquellos que luchan por la vida en el nombre de Jesucristo.

¿Ve su “antiguo yo” en las personas que van a abortar cuando se encuentra fuera de un centro de abortos?

He conocido a mujeres ciegas por la mentira del aborto de la misma manera en la que yo estaba. Una vez estaba afuera de la clínica de Southampton cuando dos mujeres jóvenes se detuvieron para hablar conmigo. Una dijo en forma presuntuosa: “Voy a abortar”, intentando provocar una reacción. Pero sentí pena por ella y hablamos. Le dije que realmente me importaba y que estaba allí para ayudarla con sus problemas si así lo deseaba. Poco a poco cambió de actitud y dijo: “Tú podrías ser mi padre”. No sé qué pasó después de que ella ingresó a la clínica. Pero está claro que estas mujeres necesitan a alguien que no las juzgue, sino que esté dispuesto a escucharlas y ofrecerles una alternativa mediante ayuda concreta: alojamiento, dinero, apoyo moral, amistad. Esto es lo que hacemos fuera de las clínicas si nos lo piden. La ley nos impide ofrecer esa alternativa que podría salvar vidas y evitar futuros traumas a las madres.

¿Por qué cree que todavía vale la pena defender la vida cuando el lema “Mi cuerpo, mi elección” parece haber triunfado?

Como cristianos sabemos que Dios vence. No tengo ninguna duda de que el aborto terminará. Y ser parte de esta batalla es un gran honor para mí. Dios más que una persona es un ejército imparable. Los abortistas dicen que han ganado, pero Satanás sabe que su tiempo se terminó. Nadie pensó que la sentencia Roe contra Wade sería revocada, pero así fue. Más personas deberían dar un paso adelante y fijar una posición. La victoria llegaría antes.

Si pudiera enviar un mensaje al Gobierno de Su Majestad sobre la nueva Ley de Orden Público que establece zonas de seguridad alrededor de todos los centros de aborto en Inglaterra y Gales, ¿cuál sería?

No destruyas nuestro país. No nos quiten nuestras libertades. No dejemos que esta ley clave otro clavo enorme en el ataúd de la nación. Nos hundirá. Rey y nación, despierta y defiende nuestros valores. Detener la incorporación del “crimen de pensamiento” a la legislación del Reino Unido. ¡Detengan todo esto antes de que vaya más lejos!



ENTREVISTA / ISABEL VAUGHAN-SPRUCE

«Yo, provida, he sido detenida por rezar en silencio»

El 6 de diciembre fue detenida en Birmingham porque estaba rezando en silencio frente a una clínica abortista, que ese día estaba cerrada. Irá a juicio por violar la orden que recientemente estableció una zona de seguridad alrededor de la clínica. «En los últimos diez años hemos atendido a más de cien mujeres», pero ahora la prohibición «nos impide estar ahí cuando más nos necesitan». La Brújula Cotidiana entrevista a Isabel Vaughan-Spruce.