Vegetarianos y veganos
Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro. (Mc 7,23)
Llamó Jesús de nuevo a la gente y les dijo: «Escuchad y entended todos: nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre». [«El que tenga oídos para oír que oiga»] Cuando dejó a la gente y entró en casa, le pidieron sus discípulos que les explicara la parábola. Él les dijo: «¿También vosotros seguís sin entender? ¿No comprendéis? Nada que entre de fuera puede hacer impuro al hombre, porque no entra en el corazón sino en el vientre y se echa en la letrina». (Con esto declaraba puros todos los alimentos). Y siguió: «Lo que sale de dentro del hombre, eso sí hace impuro al hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los pensamientos perversos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, malicias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro». (Mc 7,14-23)
Los hombres pecamos, ante todo, con nuestra alma, cediendo a las tentaciones y a los deseos malignos; es el alma la que nos conduce a usar mal nuestro cuerpo y las cosas materiales. Lo siento por los vegetarianos y veganos, pero Jesús nos recuerda que no hay comida que no se pueda comer porque se considere que es mala para nuestra alma. Recemos a Jesús para que nos ayude a cuidar nuestra alma más que nuestro cuerpo… que no hay que descuidar porque está destinado a la resurrección y la vida eterna.