San Francisco de Jerónimo por Ermes Dovico

FRAGMENTOS DEL EVANGELIO

Un intelectual

El Señor, nuestro Dios, es el único Señor. (Mc 12,29)

Un escriba que oyó la discusión, viendo lo acertado de la respuesta, se acercó y le preguntó: «¿Qué mandamiento es el primero de todos?». Respondió Jesús: «El primero es: “Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser”. El segundo es este: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. No hay mandamiento mayor que estos». El escriba replicó: «Muy bien, Maestro, sin duda tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios». Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: «No estás lejos del reino de Dios». Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas. (Mc 12, 28-34)


Preguntado por un escriba, un intelectual de aquel tiempo, Jesús le indica cuál es el mandamiento más importante: amar a Dios. Él, de hecho, con nuestra creación nos ha amado primero, asignándonos una misión personal en esta vida. Solo amando a Dios podemos realmente amarnos a nosotros mismos y tener así la medida para poder amar al prójimo, custodiándonos y animándonos los unos a los otros a seguir cada uno el camino que nos ha sido confiado por Dios. Hoy me tengo que comprometer en ayudar a quien me encuentre a que busque a Jesús en su vida, no en las ideas abstractas de discusiones vacías.