FRAGMENTOS DEL EVANGELIO

Un intelectual

El Señor, nuestro Dios, es el único Señor. (Mc 12,29)

Un escriba que oyó la discusión, viendo lo acertado de la respuesta, se acercó y le preguntó: «¿Qué mandamiento es el primero de todos?». Respondió Jesús: «El primero es: “Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser”. El segundo es este: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. No hay mandamiento mayor que estos». El escriba replicó: «Muy bien, Maestro, sin duda tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios». Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: «No estás lejos del reino de Dios». Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas. (Mc 12, 28-34)


Preguntado por un escriba, un intelectual de aquel tiempo, Jesús le indica cuál es el mandamiento más importante: amar a Dios. Él, de hecho, con nuestra creación nos ha amado primero, asignándonos una misión personal en esta vida. Solo amando a Dios podemos realmente amarnos a nosotros mismos y tener así la medida para poder amar al prójimo, custodiándonos y animándonos los unos a los otros a seguir cada uno el camino que nos ha sido confiado por Dios. Hoy me tengo que comprometer en ayudar a quien me encuentre a que busque a Jesús en su vida, no en las ideas abstractas de discusiones vacías.