San Atanasio por Ermes Dovico

FRAGMENTOS DEL EVANGELIO

Un compromiso concreto

Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré. (Jn 14,14)

Jesús le responde: «Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto». Felipe le dice: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta». Jesús le replica: «Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aun mayores, porque yo me voy al Padre. Y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré». (Jn 14,6-14)


Jesús es el único mediador entre el Padre y los hombres. Todos aquellos que serán salvados lo serán en su nombre, y su ayuda no nos faltará nunca. Por tanto, como agradecimiento a este gran regalo que nos hace Jesús, lo mínimo que podemos hacer es intentar obedecer fielmente a la voluntad del Padre como nos ha sido transmitida y testimoniada por el Hijo, con la ayuda de la Gracia. Por ejemplo, hoy podemos comprometernos concretamente en no caer en uno de los pecados más recurrentes de nuestra vida.