Cristo Rey por Ermes Dovico

FRAGMENTOS DEL EVANGELIO

Sin Jesús

¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? (Mt 9,4)

Subió Jesús a una barca, cruzó a la otra orilla y fue a su ciudad. En esto le presentaron un paralítico, acostado en una camilla. Viendo la fe que tenían, dijo al paralítico: «¡Ánimo, hijo!, tus pecados te son perdonados». Algunos de los escribas se dijeron: «Este blasfema». Jesús, sabiendo lo que pensaban, les dijo: «¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: “Tus pecados te son perdonados”, o decir: “Levántate y echa a andar”? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados -entonces dice al paralítico-: “Ponte en pie, coge tu camilla y vete a tu casa”». Se puso en pie y se fue a su casa. Al ver esto, la gente quedó sobrecogida y alababa a Dios, que da a los hombres tal potestad. (Mt 9,1-8)

 

No fue el paralítico el que pidió la curación, sino que fue Jesús el que la llevó a cabo para demostrar a los presentes que es el Hijo de Dios. Ante hechos objetivos como, por ejemplo, la curación, no valen las opiniones subjetivas. Y tú, ¿aceptas el hecho de que sin Jesús tu corazón nunca se curará totalmente y que sin el Señor tu vida no tiene sentido?