Santa Bernardita por Ermes Dovico

FRAGMENTOS DEL EVANGELIO

Respetar el recorrido

Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado. (Mc 4,34)

Y decía: «El reino de Dios se parece a un hombre que echa semilla en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo fruto sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega». Dijo también: «¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después de sembrada crece, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros del cielo pueden anidar a su sombra». Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado. (Mc 4,26-34)

 

Con amor y premura, Jesús sabe que no todos han cumplido el mismo recorrido y están listos para acoger, desde el inicio, su enseñanza. Por esto, en público habla con parábolas y cumple señales; lo hace para suscitar preguntas en los oyentes e invitarlos a descubrir el significado y el mensaje subyacente. Así la fe se arraiga en los corazones de aquellos que desean a Dios, como la semilla que se trasforma en planta y, después, da sus frutos sin que el sembrador se dé cuenta de como sucede. Comprometámonos en respetar el recorrido de nuestro prójimo, exactamente como Jesús ha hecho con nosotros.