San Marcos por Ermes Dovico

FRAGMENTOS DEL EVANGELIO

¿Por qué debería?

Si alguno no os recibe. (Mt 10,14)

«Id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios. Gratis habéis recibido, dad gratis. No os procuréis en la faja oro, plata ni cobre; ni tampoco alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. Cuando entréis en una ciudad o aldea, averiguad quién hay allí de confianza y quedaos en su casa hasta que os vayáis. Al entrar en una casa, saludadla con la paz; si la casa se lo merece, vuestra paz vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz volverá a vosotros. Si alguno no os recibe o no escucha vuestras palabras, al salir de su casa o de la ciudad, sacudid el polvo de los pies. En verdad os digo que el día del juicio les será más llevadero a Sodoma y Gomorra, que a aquella ciudad». (Mt 10,7-15)


Jesús no confió en seguridades humanas para anunciar el Reino de los Cielos. Lo mismo deberán hacer los discípulos. Su labor es la de anunciar el evangelio. Después, para la conversión, será Dios quien tocará el corazón de los hombres con su Gracia. La conversión, además, depende del uso que cada hombre haga de su libertad. Por esto no debemos estar tristes si nuestro anuncio parece no tener efecto. Quién rechaza a Dios, ¿por qué debería aceptarnos a nosotros?