Nuestra Señora del Pilar
Se atribuye a la intercesión de Nuestra Señora del Pilar uno de los más grandes milagros de la historia, que tuvo lugar en 1640...
La noche entre el 2 y el 3 de enero del año 40, en el curso de su vida terrena, la Virgen se apareció al apóstol Santiago, que estaba orando a orillas del Ebro y suplicando la intercesión de María para que la evangelización en España tuviera éxito. La Virgen, acompañada por los coros de los ángeles, que llevaban una imagen suya y una pequeña columna de jaspe, comunicó al apóstol la voluntad divina de edificar un templo dedicado a Ella. Comenzó así la historia del primer santuario en España y uno de los primeros de toda la cristiandad. Solo después de haber construido la primera capilla, Santiago volvió a Jerusalén donde, primero entre los apóstoles, sufrió el martirio durante las persecuciones de Herodes Agripa.
La tradición del Pilar es muy antigua y es confirmada por las revelaciones que tuvo en edad moderna la beata Ana Catalina Emmerick y, antes, por el detallado relato de la venerable María de Ágreda, que informa sobre las palabras de la Virgen al apóstol: «El Rey excelso ha elegido este lugar para que aquí se alce un templo, donde bajo el título de mi nombre, el Suyo sea ensalzado […]. Él dará libre curso a Sus antiguas misericordias para provecho de los creyentes y estos, por mi intercesión, las obtendrán si las piden con auténtica confianza y pía devoción». La Virgen añadió: «Este pilar con mi imagen encima aquí se quedará y durará con la santa fe hasta el final de los tiempos».
Han pasado casi dos mil años y el gigantesco santuario actual de Zaragoza - que sobrevivió a tres bombas lanzadas a principios de la Guerra Civil española (1936-1939), de las que no explotó ninguna - surge sobre el lugar mismo de la aparición. Conserva el precioso pilar dentro de una capilla, con un óculo que permite que los peregrinos lo besen y veneren. Esta gran devoción de la Virgen, patrona de España y de toda la hispanidad, se ve también en la difusión del nombre Pilar, presente en muchas capillas y cantos a Ella dedicados.
Pero, volviendo a la aparición, hay un hecho digno de mención: después de haber vivido una vida escondida a lo largo de la vida terrena de su Hijo y Redentor, la Madre celestial ya era venerada por los apóstoles por su papel especial en la historia de la salvación. Y era invocada, como dice Emmerick refiriendo las palabras de Santiago, como «base y columna de la Iglesia en la tierra».
Se atribuye a la intercesión de Nuestra Señora del Pilar uno de los más grandes milagros de la historia, que tuvo lugar en 1640, y cuyo protagonista es el campesino Miguel Juan Pellicer. Esta historia está contada con todo detalle en el libro Il miracolo de Vittorio Messori, que se basa en diferentes documentos de la época, con decenas de testimonios, incluidos los de los médicos, que no pudieron hacer otra cosa sino constatar el prodigio.
Para saber más:
El Gran milagro, de Vittorio Messori, Planeta - Testimonio, 1998