No conformarse
Pero la sabiduría se ha acreditado por sus obras (Mt 11,19)
En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«¿A quién compararé esta generación?
Se asemeja a unos niños sentados en la plaza, que gritan diciendo:
“Hemos tocado la flauta, y no habéis bailado; hemos entonado lamentaciones, y no habéis llorado”.
Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: “Tiene un demonio”. Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”.
Pero la sabiduría se ha acreditado por sus obras».
(San Mateo 11,16-19)
La imagen de los niños en la plaza es clara: no importa lo que se haga, nada parece ser suficiente para quienes no están dispuestos a abrirse. La crítica a las actitudes del pueblo revela lo fácil que es juzgar, rechazar o malinterpretar a quienes traen un mensaje de verdad, ya sea que se presenten con austeridad, como Juan, o con cercanía y generosidad, como el mismo Jesús. ¿Estás dispuesto a acoger los fuertes llamamientos de Juan el Bautista a la conversión? ¿Y los de Jesús a avanzar en el camino de la fe sin conformarse con los resultados alcanzados?
