Modi gana pero sin mayoría absoluta: Un alivio también para los cristianos
Victoria a medias para el primer ministro hindú, que logra un tercer mandato pero tiene que contar con el avance de la oposición y de las minorías religiosas amenazadas por su programa nacionalista.
Aunque el primer ministro indio Narenda Modi ha salido triunfante de las elecciones generales el pasado 4 de junio, la oposición, contraria a los intentos del partido nacionalista hindú Bharatiya Janata (BJP) de impulsar una agenda pro hindú a expensas de otras minorías religiosas como los cristianos, ha conseguido inesperadamente ganar posiciones. Así, aunque el BJP se dispone a dirigir India por tercera vez, ha perdido la mayoría parlamentaria que ostentaba desde hacía diez años. “La victoria de hoy es la victoria de la mayor democracia del mundo”, ha declarado Modi al público congregado en la sede de su partido, según informa Associated Press (AP).
Según las cifras oficiales de la Comisión Electoral de la India, el NDA ha obtenido 286 escaños, más de los 272 necesarios para asegurarse la mayoría, pero muchos menos de los que se habían previsto, según el mismo informe de AP. Los resultados también revelan que ésta es la primera vez que el BJP no ha conseguido la mayoría por sí solo desde que el partido asumió el poder en 2014, puesto que ha ganado solo 240 escaños. Los resultados de esta reciente reelección implican que Modi se convertirá en el segundo primer ministro indio que logra tres mandatos, después de Jawaharlal Nehru. En el 2019, en cambio, el partido obtuvo un histórico 303.
Como consecuencia, Modi tendrá que trabajar actualmente para establecer un gobierno de coalición que pueda mitigar los sentimientos hinduistas que han incitado animosidades entre los hindúes y otras minorías religiosas. Resulta llamativo que probablemente el BJP tenga que depender de importantes aliados regionales como el Partido Telugu Desam en el sur de Andhra Pradesh y el Janata Dal (Unido) en Bihar para establecer una coalición de gobierno.
A muchos indios no hindúes les preocupaba el hecho de que, que si el BJP de Modi conseguía una mayoría absoluta, esto le indujera a modificar la Constitución laica india para sentar las bases de una Rashtra (nación) hindú de la que se alejarían las minorías religiosas, tal y como informa UCA News. De ahí que, vista la línea dura respecto al nacionalismo hindú que sostiene el BJP, muchos prelados católicos indios, como el cardenal Filipe Neri Ferrão, arzobispo de Goa-Daman, pidieran anteriormente a los católicos indios que votaran en contra del BJP. Además, el cardenal había exhortado a los “electores católicos elegibles” a votar a candidatos con credenciales laicas por el bien de todas las personas, basándose en los valores constitucionales de la India, recordando a los católicos “su deber de rezar por nuestro país, algo que hacemos todos los domingos en misa”.
Además, monseñor Bala Udumala, actual presidente de la Comisión de Teología y Doctrina del Consejo de Obispos Católicos de Telugu, había instado a los católicos indios a servir a la sociedad india como ejecutivos, legisladores, jueces y servidores públicos. “Tenemos que preguntarnos a nosotros mismos a la hora de elegir a quién votar”, aconsejó el obispo, pidiendo a los votantes católicos que elijan a candidatos que defiendan la Constitución laica del país, al tiempo que hacía referencia a la difícil situación de los cristianos en Manipur, un estado del noreste de la India.
Durante el recuento de votos, AsiaNews ha citado al padre Babu Joseph, antiguo portavoz de la Conferencia Episcopal de la India: “A medida que avanza el recuento, hay una cosa cada vez más clara: el pueblo indio ha renunciado a la política de división y odio de algunos partidos políticos, y ha optado rotundamente por un sistema de gobierno más inclusivo socialmente y transparente políticamente. Los resultados son locales, no una victoria aplastante de un partido. Los resultados publicados hasta ahora acaban con todas las exageraciones y anticipaciones que predecían las encuestas a pie de urna”.
Desde mayo de 2023, Manipur se ha visto asolada por la violencia étnico-religiosa entre los meiteis, de mayoría hindú, y las comunidades kuki-zo, dominadas por los cristianos. Alrededor de 200 personas han perdido la vida por culpa de la violencia, mientras que otras miles han sido desplazadas.
En la India gobernada por el BJP, doce de los 28 estados del país han ilegalizado las conversiones religiosas, incluidas las voluntarias. Estas leyes han dado lugar a detenciones de clérigos y actos de violencia contra los cristianos. Por ello, ante esta situación, los católicos indios se han mostrado esperanzados cuando el Tribunal Supremo del país ha señalado que la draconiana ley india contra las conversiones podría vulnerar la Constitución india. El Tribunal Supremo ha declarado en una vista celebrada el 16 de mayo en el estado norteño de Uttar Pradesh, que “algunas partes [de la ley] pueden parecer violatorias del derecho fundamental a la religión garantizado por el artículo 25 de la Constitución”. “Esta observación del Tribunal Supremo nos da grandes esperanzas”, ha afirmado el arzobispo de Bangalore, en el estado meridional de Karnataka, Peter Machado, en declaraciones a la Catholic News Agency (CNA).
“La apuesta por una ‘ley nacional anticonversión’ se hizo en 1978 con un proyecto de ley presentado por Om Prakash Tyagi, un miembro nacionalista hindú, en el Parlamento nacional en 1978. Sin embargo, las fuertes protestas provocaron el rechazo de este proyecto de ley en el Parlamento”, explicó el padre Mark Nediakalayil, que había protagonizado la mayor protesta en Indore, en Madhya Pradesh.
“Cuando los nacionalistas hindúes subieron al poder con el BJP, varios estados aprobaron leyes anticonversión”, añadió el padre Nediakalayil, que dirigió la Asociación de Centros Católicos de Investigación India durante veinte años.
“Me alegro de que la democracia florezca en la India”, ha declarado el cardenal de Bombay, monseñor Oswald Gracias, citado por AsiaNews. “Demuestra que la gente tiene conciencia política y vota correctamente. Sea cual sea el gobierno que llegue al poder, la Iglesia cooperará sin duda”, ha añadido el prelado. “Nos alegra pensar que todo el proceso se ha desarrollado de forma pacífica y ordenada, algo que demuestra que también habrá una oposición sana. Creo que esto es bueno para el país, para la democracia y para el futuro”.
Podría decirse que la campaña política dirigida por Rahul Gandhi, hijo del asesinado ex primer ministro Rajiv Gandhi, del Congreso Nacional Indio (INC), formado por una coalición de partidos Dravida del sur de la India, como el Dravida Munnetra Kazhagam, que gobierna Tamil Nadu, los marathas del estado occidental de Maharashtra, y partidos del norte de la India, ha conseguido amortiguar la influencia del BJP.
Durante varios años, Rahul Gandhi se ha pronunciado en contra de Modi, arremetiendo contra el desprecio del líder por la Constitución laica y las libertades civiles de la India. Finalmente, Gandhi ha ganado los dos escaños a los que se presentó, uno por Wayanad, en Kerala, y el otro, Raebareli, en Uttar Pradesh. En general, el INC está llamado a protagonizar una oposición mucho más fuerte al BJP, con Rahul Gandhi al frente.