ESPAÑA

Los socialistas en el Gobierno, primeros en cristianofobia

En el informe sobre la libertad religiosa en España, los socialistas de Sánchez son el partido, junto con Podemos, que más delitos de odio ha cometido contra los católicos. Obispos silenciados, Concordato en peligro, insultos públicos a la fe: los partidos gobernantes, también representados en Europa, son los más perseguidores.

Libertad religiosa 11_11_2022 Italiano
El presidente Sanchez en Vatican con Papa Francisco

En el corazón de Europa se está produciendo una persecución contra los cristianos que no molesta a nadie, no llena las calles de indignación y no cuestiona las altas esferas de Europa. Por el contrario, son los partidos gubernamentales representados en Europa los que más responsabilidad tienen. Éste es el desconcertante panorama del que da cuenta el Observatorio para la Libertad Religiosa en España, que ha presentado su informe 2021.

Los números no mienten: los dos partidos que gobiernan en España, los socialistas del presidente Sánchez y Podemos, son los que más ferozmente odian a los cristianos, y se valen de su posición en el Gobierno para introducir en el ordenamiento jurídico leyes abiertamente anticristianas que van descaradamente contra la libertad religiosa.

En 2021 se registraron 195 casos de violencia o intolerancia contra una confesión religiosa, como explica María García (en foto), que dirige el ORL, al presentar el informe. Pues bien: 146 de ellas fueron contra cristianos y de estas, 132 contra católicos. Es decir, los católicos son la confesión religiosa más acosada por los partidos políticos y los alcaldes de las ciudades. El 67% de los ataques se dirigen, por tanto, contra los católicos. Para entender la magnitud de la cifra, y teniendo en cuenta que los católicos son la religión mayoritaria en España, conviene recordar que los delitos de odio contra los musulmanes son sólo 12 y 7 contra los judíos. Los 30 restantes se han producido contra otras confesiones religiosas. 

“Los partidos que gobiernan el país son los que reúnen el mayor número de ataques a la libertad religiosa, con PSOE y Podemos a la cabeza, y la nada despreciable cifra de 31 ataques cada uno directamente bajo su responsabilidad”. También en la izquierda está la tercera formación responsable del odio católico. Es Izquierda Unida, también con representación en Europa, la que contabiliza 30 agresiones. “Por eso, una vez más –continua García-, pedimos a los partidos políticos y a los gobernantes que respeten el derecho fundamental a la libertad religiosa y que garanticen los tratados firmados por el Estado español con las distintas confesiones religiosas para promover la convivencia pacífica entre los ciudadanos”.

Pero, concretamente, ¿de qué incidentes estamos hablando?

En el observatorio hay varios casos de estudio. Aparte de la ya tristemente célebre guerra de cruces consideradas “franquistas”, hay hechos que realmente ofrecen serias dudas sobre la calidad de la democracia en el país dirigido por Sánchez.

Algunos ejemplos:

En Alcalá de Henares, el 24 de marzo de 2021, los socialistas pidieron públicamente al obispo Juan Antonio Reig Plà que rectificara un artículo que había escrito contra la eutanasia. El obispo fue acusado de “dividir a la sociedad”. El 14 de octubre de ese mismo año, la diputada socialista Lorena Morales Porro llamó “retrógrados” a los cristianos, arremetiendo contra la fe católica, y el 2 de diciembre, Fernando Fernández Lara llamó “diputados del golpe de pecho y del escapulario” a los parlamentarios de Vox.

Sara Hernández, alcaldesa de Getafe, publicó el 19 de abril una guía de educación sexual para jóvenes que ridiculiza a la Virgen María y culpa a la Iglesia católica de la violencia contra las mujeres.

A nivel nacional y local son numerosos los intentos de anular el Concordato entre la Iglesia Católica y España, petición en la que, además de los tres partidos de izquierda mencionados, se encuentra también Ciudadanos. ¿La razón? “La Iglesia es homófoba y transofóbica”, reclama por ejemplo el Parlamento de La Rioja al Gobierno.

Y mientras el ayuntamiento de Castellón (liderado por Podemos y PSOE) distribuye libros de temática LGTB para adolescentes que son “vejatorios para cristianos y musulmanes, y donde se lee que Alá no es grande y que Jesús no nos quiere”, en Melilla se representó el 30 de diciembre una obra de teatro en la que se burlaba explícitamente de la Santa Navidad de Jesús y de la Encarnación. ¿Responsable? Elena Fernández Treviño, concejala de Cultura en la cuota del PSOE.

Otro fenómeno que se está produciendo en algunas regiones es el intento de silenciar y reducir a las iglesias, que tiene unidos a todos los partidos de izquierdas. En Córdoba y Navarra, por ejemplo, una moción, posteriormente rechazada, pedía al Estado que requisara los bienes de la Iglesia católica. Mientras tanto, en el Parlamento, Podemos ha llevado al debate una propuesta para revisar la ley que regula los delitos contra los sentimientos religiosos en el Código Penal. Objetivo: despenalizarlos.

Al mismo tiempo, los socialistas preparan un estatuto de laicidad para acabar con la presencia religiosa en ceremonias y actos oficiales, así como una revisión de los acuerdos con la Santa Sede. Y suma y sigue: el diputado autonómico del País Vasco Joanes Fiel (Podemos) llamó a la Iglesia “ladrona”.

Al obispo de Oviedo Jesús Sanz no le ha ido bien desde que los partidos de la izquierda asturiana exigieron al Vaticano nada menos que su destitución. ¿La razón? Haber dicho que los toros en las corridas tienen más derechos que los bebés abortados. Sus palabras, pronunciadas ante el presidente regional, dieron la vuelta al país y provocaron la reacción indignada de los partidos de izquierdas.

Sin embargo, si se mira con detenimiento, no le faltaba razón, ya que los cristianos corren ahora el peligro de ser devorados en las plazas de toros.