San Columbano por Ermes Dovico
FRAGMENTOS DEL EVANGELIO

Los actos de devoción

Vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato. (Lc 11,39)

Cuando terminó de hablar, un fariseo le rogó que fuese a comer con él. Él entró y se puso a la mesa. Como el fariseo se sorprendió al ver que no se lavaba las manos antes de comer, el Señor le dijo: «Vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, pero por dentro rebosáis de rapiña y maldad. ¡Necios! El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro? Con todo, dad limosna de lo que hay dentro, y lo tendréis limpio todo». (Lc 11,37-41)


Los actos de devoción son señales que deberían recordarnos sobre todo a nosotros y, como consecuencia, también a quienes nos rodean, nuestra voluntad de cumplir la voluntad de Dios. Pero los actos de devoción por sí solos no hacen que todo esté en orden con Dios. Él nos ama tanto que nunca se lo devolveremos suficientemente. Fiémonos de lo que dice Jesús: los actos devocionales son justos en la medida en la que nos ponen bajo la óptica de amar a Dios, pero después hace falta dar a Dios todo nuestro corazón. ¿A qué devociones eres más fiel? ¿Aumentan en ti el deseo de amar a Dios sobre todas las cosas?