San Josafat Kuncewycz por Ermes Dovico
FRAGMENTOS DEL EVANGELIO

La gratitud hacia Dios

Levántate, vete; tu fe te ha salvado (Lc 17,19)

Una vez, yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaría y Galilea. Cuando iba a entrar en una ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían:
«Jesús, maestro, ten compasión de nosotros».

Al verlos, les dijo:
«Id a presentaros a los sacerdotes».

Y sucedió que, mientras iban de camino, quedaron limpios.

Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias.

Este era un samaritano.

Jesús, tomó la palabra y dijo:
«No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?».

Y le dijo:
«Levántate, vete; tu fe te ha salvado».

(San Lucas 17,11-19)
 

De los diez curados, solo uno regresa a Jesús para darle las gracias, reconociéndolo como Dios y postrándose ante Él en señal de sumisión. Los diez fueron a rogarle que los curara, lo que nos enseña que la simple oración no es suficiente, sino que también se necesitan gestos concretos que manifiesten nuestra fe. ¿Te acuerdas de dar gracias a Jesús cada día por sus dones? ¿Tus oraciones van acompañadas de gestos concretos que demuestran tu fe y tu gratitud?