Independientemente
¿Por qué esta generación reclama un signo? (Mc 8,12)
Se presentaron los fariseos y se pusieron a discutir con Jesús; para ponerlo a prueba, le pidieron un signo del cielo. Jesús dio un profundo suspiro y dijo: «¿Por qué esta generación reclama un signo? En verdad os digo que no se le dará un signo a esta generación». Los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla. (Mc 8,11-13)
Cuando Jesús juzga que un alma es contraria y está cerrada, a priori, a Su voluntad, no le concede los signos que pide. Este es, en realidad, un acto de misericordia por parte de Jesús, para evitar que la persona se centre solo en el signo sin preguntarse sobre su significado con respecto a la fe. Por tanto, también nosotros debemos intentar amar a Dios independientemente de los milagros que nos gustaría recibir.