Imposible poner a prueba a Jesús
Este mandamiento es el principal y primero (Mt 22, 38)
Los fariseos, al oír que había hecho callar a los saduceos, se reunieron en un lugar y uno de ellos, un doctor de la ley, le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la ley?». Él le dijo: «“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente”. Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. En estos dos mandamientos se sostienen toda la Ley y los Profetas». (Mt 22, 34-40)
Los fariseos intentan poner a prueba a Jesús al pedirle que indique el mandamiento más importante. Jesús responde poniendo en evidencia que la fuente de los mandamientos es Dios y, por lo tanto, es Él quien está por encima de todo, al que es necesario honrar y amar. De la observancia de este mandamiento descienden todos los demás, comprendidos los que tienen que ver con el prójimo, que a menudo tememos más como rival, en vez de amarlo como hermano.