Hong Kong, la lucha de Jimmy Lai por la libertad

Hong Kong es cada vez menos autónomo y está cada vez más bajo el control del régimen de Beijing. Lo confirma la rápida sucesión de noticias de detenciones de esta semana.

Joshua Wong, Agnes Chow e Ivan Lam, los jóvenes líderes de la protesta democrática, fueron condenados a 13, 10 y 7 meses de prisión, respectivamente, por organizar una manifestación no autorizada. Un estudiante de la Universidad Cristiana Bautista Keith Fong Chung-yin fue arrestado (acusado de “posesión de luces láser” y “obstrucción de la justicia” en las manifestaciones) después de una redada policial a gran escala, organizada para aterrorizar a sus compañeros. También fueron arrestados los manifestantes que querían entregar cartas de solidaridad a 12 activistas de Hong Kong, arrestados por la Guardia Costera China mientras intentaban huir por mar y ahora están detenidos en cárceles de China continental. Finalmente, el empresario y editor católico Jimmy Lai, propietario del tabloide de oposición Apple Daily, fue arrestado por segunda vez en cuatro meses. El cargo, esta vez, es de “fraude” y el juez rechazó la fianza. El empresario permanecerá en prisión hasta el juicio, previsto para el próximo 16 de abril. Arriesga una condena de 14 años de prisión.

En agosto, Jimmy Lai fue acusado de “convivencia con fuerzas extranjeras”. Para encontrar pruebas de la violación de la nueva Ley de Seguridad Nacional, impuesta por el régimen de Beijing a Hong Kong, la policía envió a 200 agentes a registrar las oficinas del Apple Daily, enviando una clara señal: la libertad de prensa se acabó. Jimmy Lai, un empresario nacido y criado en China continental y emigrado a Hong Kong, huyendo del régimen comunista, convertido al catolicismo en la década de 1990, acababa de recibir el premio Fe y Libertad del think tank Acton Institute, por su ejemplo personal y su dedicación a la causa de la libertad. La Brújula Cotidiana pidió un comentario sobre el segundo arresto de Jimmy Lai al padre Robert Sirico, fundador y presidente del Acton Institute.

Padre Robert Sirico, según su opinión, ¿Jimmy Lai sufre persecución por sus opiniones políticas?
Creo que cualquiera que haya seguido esta historia, aunque sea un mínimo, no puede decir otra cosa. Jimmy Lai es perseguido por sus ideas sobre la libertad del hombre, de prensa, de negocios y de religión. Recordemos que los comunistas chinos saben muy bien quién es Jimmy Lai. Fueron ellos quienes cerraron su línea de ropa en China continental en 1989 como resultado de su apoyo a las protestas de la plaza de Tiananmén, cuando les entregó a los manifestantes camisetas con el lema de libertad. La persecución y el encarcelamiento son tácticas ampliamente utilizadas por los regímenes totalitarios.

¿Cuándo encontró a Jimmy Lai por primera vez?
Nos conocimos a principios de la década de 2000, cuando el Instituto Acton recién comenzaba su trabajo en Asia. En 2007, el Instituto produjo un documental, The Call of the Entrepreneur, que también cubrió la historia de Jimmy Lai, quien creció en China continental y emigró a Hong Kong. En ese documental, Lai habló sobre su fe y las influencias culturales que inspiraron su actividad empresarial.

¿Qué importancia tiene la fe de Jimmy Lai en su batalla por la libertad?
Este es un aspecto muy singular de la historia de Lai. Es abiertamente cristiano, convertido al catolicismo en la década de 1990. Las raíces de su defensa de la libertad se encuentran en la dignidad de la persona humana y en la convicción de que la ética judeocristiana puede salvar a China. También apoyó a la Iglesia “clandestina” en China (fiel al Papa, ed) y dice que gran parte de su batalla en defensa de la libertad humana tiene sus raíces en la fe cristiana. Este es un caso verdaderamente único en Asia.

¿Por qué Lai es importante para el movimiento democrático en Hong Kong?
Su importancia en el movimiento democrático viene dada por el hecho de que es un periodista y un conocido editor en Hong Kong, además de un destacado empresario y, como ha demostrado, quiere absolutamente utilizar su reputación y sus enormes recursos para promocionar libertad. Lai comprende la importancia de limitar el poder del Estado sobre la vida personal, económica y religiosa de las personas. Desde este punto de vista, es un ejemplo de libertad, acorde con su filosofía. Podría haber salido de Hong Kong en cualquier momento antes de su arresto, pero decidió quedarse y hablar en defensa de la libertad. Por eso inspira mucho respeto en la gente de Hong Kong, tanto como inspira miedo en los comunistas de China continental.

Pero, ¿la batalla por la libertad de Hong Kong es una causa perdida para siempre?
No necesariamente y por eso es importante que el mundo sepa sobre la batalla de Jimmy Lai. Solo puede ser el comienzo de algo mucho más grande. De hecho, los comunistas son despiadados cuando intentan consolidar y proteger el poder, una característica trágica del comunismo, dondequiera que se haya experimentado. Pero el anhelo humano de libertad es implacable. Si otros en el resto del mundo llegan a comprender lo que está en juego en la lucha entre Hong Kong y China continental, el fuego ardiente de la libertad podría revivir nuevamente, incluso en China continental. Puede ser que estemos presenciando un nuevo momento de Solzhenitsin, cuando una sola voz habla por el deseo que arde en el corazón de todos los hombres. Puede ser el punto de inflexión contra los sucesores sedientos de sangre de Mao. Es una perspectiva alentadora la idea de una China libre y virtuosa que daría una gran contribución en la promoción de la prosperidad y la paz en el mundo.