El fracaso de Salvador Allende y el milagro económico chileno
Chile es el único país de América Latina que logró reducir la pobreza del 47,7% al 7,3% tras la caída del régimen socialista y su éxito económico ha sido reconocido en todo el mundo. ¿Cómo se explica que el actual presidente Boric pretenda regresar al pasado fallido de Salvador Allende?
En esta segunda entrega, meteremos la lupa en el gobierno de Salvador Ayende, para entender cómo se perdió la democracia en Chile…
III - El Desenlace del gobierno de la UP y la responsabilidad de Allende (1973)
Luego de la llegada de Salvador Allende a la presidencia, el país se fue polarizando, los enfrentamientos en las calles se hacían cada día más frecuentes y violentos. Al MIR, a sus filiales y las brigadas Ramona Parra, se les interpuso el grupo de derecha “Patria y Libertad”, liderado por el abogado Rodríguez y la Brigada Rolando Matus.
Una foto que muestra la agresión de un extremista encapuchado a un carabinero dio la vuelta al mundo, convirtiéndose en el símbolo de la absoluta falta de respeto a la ley y a la autoridad, protagonizada por los extremistas de la Unidad Popular. Mientras que las bases de la democracia chilena eran erosionadas por vías extralegales o resquicios.
Algunas pruebas de la degradación sistemática de la legalidad en Chile, durante el gobierno de Salvador Allende:
- El Parlamento continuamente reclamó, durante tres años, la violación de las leyes y el atropello a la legalidad. Hasta que el 23 de agosto de 1973, la Cámara de Diputados hizo público un acuerdo que denuncia el grave quebrantamiento del orden institucional y legal de la República.
- La Contraloría General censuró al Poder Ejecutivo por el abuso de Decretos y por negarse a promulgar la reforma constitucional aprobada.
- La declaración del Colegio de Abogados: es un extenso documento que explica cómo el sistema legal chileno había sido reiteradamente atropellado por Allende.
- Y la carta del expresidente Eduardo Frei Montalva (1911-1982) al Primer Ministro de Italia y presidente de la Democracia Cristiana, en donde describe un Chile irreconocible. Esta carta es una prueba indesmentible de la responsabilidad de Allende en el quiebre de la democracia del país sudamericano.
Chile vivió “más de 160 años de democracia prácticamente ininterrumpida. Es de preguntarse, entonces, cuál es la causa y quiénes son los responsables de su quiebre. A nuestro juicio la responsabilidad integra de esta situación -y lo decimos sin eufemismo alguno- corresponde al régimen de la Unidad Popular instaurado en el país”, aseguró el expresidente Frei.
Asimismo, señaló que la UP siempre fue minoría en el parlamento, en los municipios, en las organizaciones vecinales, profesionales y campesinas; y en 1973, incluso había perdido su anterior mayoría en los principales sindicatos industriales y mineros. En el voto popular, lo más que alcanzó la coalición allendista fue el 43% en el primer semestre de 1973, “a pesar de haber ejercido el gobierno una intervención no conocida en la historia de Chile y de haber utilizado toda la maquinaria estatal, enormes recursos financieros y presión….que llegó hasta la violencia, más un fraude comprobado con posterioridad de por lo menos un 4 a 5 por ciento de los votos, pues los servicios públicos, entre otras cosas, falsificaron miles de carnés de identidad”.
Y confirmó que Salvador Allende “intentó de manera implacable de imponer un modelo de sociedad inspirado claramente en el marxismo-leninismo. Para lograrlo aplicaron torcidamente las leyes o las atropellaron abiertamente, desconociendo a los Tribunales de Justicia… En esta tentativa de dominación, llegaron a plantear la sustitución del Congreso por una Asamblea Popular y la creación de Tribunales Populares”.
Para el segundo semestre de 1973 no había duda de que el gobierno minoritario de la UP estaba resuelto a instaurar en Chile una dictadura totalitaria. Por eso, sólo Salvador Allende y sus colaboradores son los culpables de semejante desenlace del año 1973. Criticar su gestión lo más objetivamente posible es un deber, pues permitirá sacar las necesarias experiencias útiles para que la actual clase política no repita los episodios más traumáticos de nuestra historia patria.
Y si damos una mirada al post Pinochet, es oportuno recordar en estas líneas la exitosa transición llevada a cabo por el presidente Patricio Aylwin Azócar (1990-1994), bajo la conducción del insigne intelectual y político el Dr. Edgardo Boeninger; quien respetó el modelo de la Economía Social de Mercado (ESM) y perfeccionó la Constitución de 1980, logrando una notable gobernabilidad y crecimiento económico durante los tres gobiernos que siguieron de la Ex Concertación. Esta coalición de partidos no sólo logró poner fin al régimen de Augusto Pinochet por la vía electoral, sino que también logró incrementar el PIB de 5.000 millones de dólares, al inicio del gobierno militar, a 240 mil millones de dólares.
Además, Chile es el único país de América Latina que logró bajar la pobreza de 47,7% a un 7,3% durante ese periodo y su éxito económico ha sido reconocido mundialmente. Entonces, ¿cómo se explica que el actual presidente Gabriel Boric (PC) pretenda volver al pasado fracasado de Salvador Allende? Esto sólo ratifica que la ignorancia es la peor amenaza de las democracias.
Final/2
* Exprofesor de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas. Magister en Ciencias Militares de la Academia de Guerra del Ejército de Chile. Experto en Conflictos y Negociación Internacional.
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