Dios no es Amazon
Si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará. (Jn 16,23)
«En verdad, en verdad os digo: si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa. Os he hablado de esto en comparaciones; viene la hora en que ya no hablaré en comparaciones, sino que os hablaré del Padre claramente. Aquel día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, pues el Padre mismo os quiere, porque vosotros me queréis y creéis que yo salí de Dios. Salí del Padre y he venido al mundo, otra vez dejo el mundo y me voy al Padre». (Jn 16,23b-28)
El recorrido de profundización de la divina voluntad, que en la vida terrenal no acabará nunca, constituye la esencia de la conversión. En este camino, que el mismo Jesús nos asegura, cualquier cosa que se pida en su Nombre al Padre será concedida. Esto debe consolarnos, si bien debemos recordar que Dios no es Amazon, que está ahí para saciar rápidamente cada deseo que tengamos, sino que es un Padre bueno que nos ayuda en el camino de la conversión permitiendo, por consiguiente, también castigos y privaciones para fortalecernos en el espíritu.