Santa Isabel de Portugal por Ermes Dovico

FRAGMENTOS DEL EVANGELIO

Confiar totalmente en Jesús

¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe? (Mc 4,40)

Aquel día, al atardecer, les dice Jesús: «Vamos a la otra orilla». Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó una fuerte tempestad y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba en la popa, dormido sobre un cabezal. Lo despertaron, diciéndole: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?». Se puso en pie, increpó al viento y dijo al mar: «¡Silencio, enmudece!». El viento cesó y vino una gran calma. Él les dijo: «¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?». Se llenaron de miedo y se decían unos a otros: «¿Pero quién es este? ¡Hasta el viento y el mar lo obedecen!». (Mc 4,35-41)


No son solo los demonios los que obedecen a Jesús, sino también los elementos de la naturaleza, como el viento. Jesús da las órdenes directamente, sin nombrar a Dios, al ser Él también de naturaleza divina. Por esta razón los discípulos, cuando la situación se calma, están llenos de miedo ante su verdadera identidad. Los judíos no podían representar a Dios de ninguna manera, por lo que aceptar que Dios se había encarnado en un hombre, Jesús, era para los discípulos una enorme prueba de fe en el Nazareno. Y nosotros, ¿cómo demostramos que confiamos totalmente en Jesús, incluso cuando parece que todo va mal?