Caminar en la luz de Cristo
La pone en el candelero para que los que entren vean la luz (Lc 8,16)
En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«Nadie ha encendido una lámpara, la tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama; sino que la pone en el candelero para que los que entren vean la luz.
Pues nada hay oculto que no llegue a descubrirse ni nada secreto que no llegue a saberse y hacerse público.
Mirad, pues, cómo oís. Pues al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener».
(San Lucas 8,16-18)
Cuando nos detenemos a preguntarnos: «¿Qué haría Jesús en mi lugar?», ya estamos abriendo nuestro corazón a la verdadera Luz. Cristo es esa Luz auténtica que nos permite, con humildad, examinar lo que nos bloquea, evitar el mal, reconocer a quienes nos rodean y, sobre todo, discernir entre lo que es bueno y lo que no lo es. Sin su luz, corremos el riesgo de quedar atrapados en las tinieblas del pecado o paralizados por el miedo a seguir la voluntad de Dios. ¿Te preguntas a veces qué haría Jesús en tus situaciones cotidianas? ¿Tienes el valor de dejarte guiar por su voluntad, incluso cuando no te resulte clara de inmediato?