Vuelco inesperado
Vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría. (Jn 16, 20)
Dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver». Comentaron entonces algunos discípulos: «¿Qué significa eso de “dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver”, y eso de “me voy al Padre”?». Y se preguntaban: «¿Qué significa ese “poco”? No entendemos lo que dice». Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo: «¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: “Dentro de poco ya no me veréis y dentro de otro poco me volveréis a ver”? En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría. (Jn 16, 16-20)
Jesús revela a sus Apóstoles que la llegada del Espíritu Santo revertirá la situación. Aquellos que, primero, estén tristes por su muerte, gozarán del consuelo dado por el Espíritu Santo y esto será evidente por la fortaleza con la que los apóstoles, después de Pentecostés, empezaron a predicar y a dar testimonio de la enseñanza de Jesús. Por ello, tengamos presente que también nuestra tristeza se convertirá, un día, en alegría y no dejemos nunca de confiar en Jesús, en las cosas pequeñas como en las grandes.