POLONIA

Una líder LGTB, espía comunista que traicionó al sacerdote amigo de Wojtyła

Hoy la vemos aparecer junto al alcalde Rafał Trzaskowski, el candidato de izquierda en las elecciones presidenciales polacas. Su asociación Pro Humanum, que promueve la ideología LGTB, ha recibido casi dos millones de złoty del ayuntamiento de Varsovia. Su nombre es Jolanta Lange, pero recientemente se ha descubierto que su verdadero apellido es Gontarczyk. Es una antigua espía comunista que, junto con su marido, traicionó la confianza del sacerdote Franciszek Blachnicki (†1987), que murió en el exilio forzoso en circunstancias muy extrañas y con una vida de persecución por el totalitarismo nazi primero y por el totalitarismo soviético posteriormente. Hoy una investigación busca arrojar luz sobre su muerte y el posible papel del matrimonio Gontarczyk, que fueron los últimos que lo vieron con vida.

Ecclesia 20_06_2020 Italiano English

En una foto reciente vemos al alcalde de Varsovia Rafał Trzaskowski (ahora candidato de la izquierda anticlerical y libertaria a la presidencia de Polonia) y Jolanta Lange de la asociación Pro Humanum, antes de la conferencia de prensa del 5º Día de la Diversidad de Varsovia. La asociación de Jolanta Lange, que promueve la ideología LGTB, recibió casi dos millones de złoty (alrededor de medio millón de euros) del Ayuntamiento de Varsovia.

Pero recientemente se ha descubierto que el verdadero apellido de esta promotora de la “igualdad de los diferentes” es Gontarczyk y que, en el pasado, esta mujer fue una importante colaboradora de los servicios de seguridad comunistas en misión en Alemania Occidental. Junto a su marido, se dedicaba a supervisar al padre Franciszek Blachnicki, un sacerdote polaco exiliado en Alemania por su actividad pastoral, fundador del Movimiento “Luz y Vida”. Los Gontarczyk fueron los últimos en ver al padre Blachnicki con vida antes de su repentina y misteriosa muerte. El Instituto de la Memoria Nacional ha reanudado recientemente las investigaciones sobre la participación de esta activista LGBT y antigua espía del régimen comunista en la muerte de Franciszek Blachnicki, proclamado venerable por la Iglesia. 

Víctima de los nazis
Juan Pablo II repetía a menudo que había conocido dos totalitarismos: el nazismo y el comunismo. Como él, muchos sacerdotes polacos nacidos a principios del siglo XX experimentaron la hostilidad de estos totalitarismos hacia la religión y la Iglesia. Entre ellos hay una figura carismática de la Iglesia polaca de la época del régimen comunista: el padre Blachnicki, precisamente.

Franciszek nació en Rybnik, Silesia, en 1921. Cuando en septiembre de 1939 los ejércitos alemanes invadieron Polonia desencadenando la Segunda Guerra Mundial, participó en la defensa del país, pero el 20 de septiembre fue hecho prisionero. Afortunadamente logró escapar de la prisión y comenzó la actividad clandestina. Sin embargo, el 27 de abril del año siguiente fue arrestado por la Gestapo y trasladado al campo de concentración alemán de Auschwitz, donde recibió el número 1201. Permaneció allí durante 14 meses, de los cuales casi un mes en un búnker, el mismo donde murió el padre Maximilian Kolbe.

En septiembre de 1941 fue transportado a Silesia, donde estuvo retenido en las prisiones de investigación. El 30 de marzo de 1942 el prisionero Blachnicki, que tenía poco más de veinte años, fue condenado a muerte por su actividad clandestina contra el Tercer Reich. Pero después de casi cinco meses en el corredor de la muerte fue perdonado. La pena de muerte se convirtió en diez años en campos de prisioneros (el indulto concedido a este joven antifascista es el único caso conocido en el que los nazis no ejecutaron la pena de muerte). Los años siguientes fue encarcelado en varios campos nazis y prisiones alemanas (Racibórz, Rawicz, Börgermoor, Zwickau y Lengenfeld) hasta el 17 de abril de 1945, cuando fue liberado por el ejército americano.

El sacerdote bajo el comunismo
Durante los años de la guerra, en el infierno de las prisiones y campos nazis, la vocación al sacerdocio maduró en este joven. De hecho, el 6 de agosto de 1945, tan pronto como regresó a Polonia, entró en el Seminario Silesiano de Cracovia: el 25 de junio de 1950 fue ordenado sacerdote por el obispo Stanisław Adamski y comenzó a trabajar en las diversas parroquias de la diócesis de Katowice. En 1957 organizó una iniciativa social contra el gran problema del alcoholismo llamada “Cruzada de la abstinencia”. Casi mil sacerdotes católicos y más de cien mil laicos participaron en esta iniciativa. En esa época las autoridades toleraban el alcoholismo porque les facilitaba la manipulación de la población, por lo que la “Cruzada” se prohibió en 1960. Como respuesta, el padre Blachnicki escribió una carta que envió a las autoridades civiles y eclesiásticas, en la que criticaba la persecución de la Iglesia Católica en Polonia y señalaba que, al impedir la “Cruzada”, el Estado se estaba poniendo en contra del bien del pueblo. Como consecuencia de esta toma de posición, en marzo de 1961, el sacerdote fue arrestado bajo la acusación de “difundir noticias falsas sobre la supuesta persecución de la Iglesia en Polonia”.

Pasó más de cuatro meses en la prisión de Katowice (una curiosa coincidencia: era la misma prisión donde fue retenido por los alemanes durante la ocupación nazi de Polonia). Fue condenado a trece meses de prisión y una suspensión de tres años. Hay una anécdota relacionada con el encarcelamiento del padre Franciszek. En la celda, el sacerdote estaba con otro hombre que le reveló que había terminado en la cárcel por culpa del vodka. Entonces Blachnicki le respondió con una sonrisa: “¡Hijo mío, yo también he acabado aquí por el vodka!”.

Pionero de los movimientos laicos
En los difíciles tiempos del régimen soviético, el padre Blachnicki buscó nuevas formas de actividad pastoral, especialmente con los jóvenes que estaban sometidos a la continua propaganda comunista. En 1954, por primera vez, organizó un retiro de quince días que llamó “Oasis de los Hijos de Dios” para educar a los jóvenes a una vida verdaderamente cristiana. En 1969, la idea de la “Iglesia viva” se añadió a la experiencia del “Oasis”. En 1976, el Oasis de “Iglesia Viva” dio vida al movimiento católico “Luz y Vida” (Światło-Życie). Desde los años sesenta, la obra del padre Blachnicki fue conocida, apreciada y promovida por el Cardenal Karol Wojtyła. La labor de este sacerdote tuvo un papel importante en la preservación de al menos una parte de la juventud de Polonia de la influencia de la ideología comunista impuesta a la nación por el régimen: casi dos millones de jóvenes participaron en las actividades del Oasis y posteriormente desempeñaron un papel destacado en el Sindicato Solidaridad (Solidarność). Y precisamente porque la actividad pastoral con los jóvenes rompió el monopolio comunista de la educación de las nuevas generaciones, el padre Blachnicki era considerado un peligroso enemigo del sistema.

En 1981, del 23 al 27 de septiembre, el padre Blachnicki, junto con don Luigi Giussani (fundador de Comunión y Liberación), organizó una conferencia en Roma del 23 al 27 de septiembre con representantes de veintidós movimientos eclesiales para profundizar en la relación entre las instituciones eclesiásticas y los carismas. Este primer encuentro mundial entre los movimientos y Juan Pablo II, gracias al éxito de la iniciativa querida por Blachnicki, será seguido por otros congresos en 1998 y 2006. También hay que decir que los “Oasis” fueron para Juan Pablo II el estímulo y el ejemplo para organizar las Jornadas Mundiales de la Juventud.

La muerte misteriosa: ¿la influencia de los servicios comunistas?
El 13 de diciembre de 1981, mientras el sacerdote estaba en Roma, el general Jaruzelski introdujo el estado de guerra en Polonia. No podía por tanto volver a su tierra natal, donde le esperaba la orden de arresto. Luego decidió instalarse en el centro polaco “Marianum” en Carlsberg, en la parte de Alemania Occidental. Allí fundó el Centro Internacional de Evangelización “Luz y Vida”, del que Blachnicki fue el animador. El padre Franciszek también fundó el Servicio de Liberación de las Naciones para los pueblos de Europa del Este en la lucha por la liberación de los regímenes comunistas. Murió repentinamente en Carlsberg el 27 de febrero de 1987 en circunstancias muy extrañas, aunque oficialmente la causa de la muerte fue una embolia pulmonar.

Sólo a principios del tercer milenio se pudieron realizar investigaciones exhaustivas para tratar de descubrir la causa de la muerte del padre Blachnicki. Las investigaciones, realizadas por el Instituto de la Memoria Nacional en los años 2001-2005, demostraron que el sacerdote Franciszek estaba bajo estrecha vigilancia de los servicios de seguridad comunistas que utilizaban a sus colaboradores más cercanos, el matrimonio formado por Jolanta y Andrzej Gontarczyk, como espías.

La pareja no sólo espió al sacerdote, sino que hizo todo lo posible para sabotear su trabajo. Por ejemplo, llevó a la bancarrota la editorial “Maximilianum” fundada por Blachnicki. Fue en febrero de 1987 cuando el padre Franciszek se enteró, gracias al representante del sindicato “Solidarność walcząca” (Lucha contra la Solidaridad), de quiénes eran realmente los Gontarczyk, a los consideraba sus colaboradores de confianza.

El día de su muerte –el 27 de febrero de 1987- el padre Blachnicki había tenido una conversación complicada con Gontarczyk, y quizás murió envenenado. En ese momento no había suficientes pruebas para proceder con la investigación del asesinato. Sin embargo, las dudas nunca se disiparon. Recientemente, el 21 de abril de 2020, la división de investigación del Instituto Nacional de la Memoria en Katowice decidió reabrir la investigación interrumpida en 2006 sobre las circunstancias que rodearon la muerte de Blachnicki. Tal y como ha explicado el director del Instituto, Andrzej Sznajder, “al reiniciar la investigación en abril de este año, los fiscales decidieron que era necesario realizar un examen de los datos pertinentes recientemente obtenidos que no se conocían cuando se tomó la decisión de detener el juicio”.

El propósito del proceso es claro: verificar si Jolanta Lange de la asociación Pro Humanum –activista “pro diversidad” y “pro LGTB”, hasta el 2008 Jolanta Gontarczyk- fue “sólo” una espía peligrosa del régimen comunista contra Blachnicki, o si también tuvo algún papel en su muerte.

VENERABLE
La causa de beatificación de Franciszek Blachnicki ya ha comenzado. El 30 de septiembre de 2015, el Papa Francisco, cuando recibió al cardenal Angelo Amato, entonces Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, autorizó a la Congregación a promulgar, entre otras cosas, el decreto relativo a las virtudes heroicas del siervo de Dios Francis Blachnicki, que se convirtió así en venerable. Para beatificar al fundador de “Luz y Vida”, se debe reconocer un milagro por su intercesión.